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Mas para que se adoren los secretos de la providencia Divina, las otras dos hermanas de estos cuatro, Isabel Terongí, mujer de Agustín Cortés y Margarita Terongí, Doncella, aunque permitidas caer en igual culpa fueron asistidas de la gracia para levantarse, convertirse a la y perseverar en ella hasta la fin como de las muestras puede piadosamente creerse.

Atendiendo a la figura de Cristo, pudiera creerse que el principal propósito del artista, ha sido hacer un estudio de desnudo de hombre, recio y fornido, pero la postura del niño, en cuya actitud y semblante hay verdadera y poética compasión, permite sospechar que sea un cuadro de encargo, inspirado por alguna familia piadosa.

Momentos de silencio, durante los cuales pudo creerse que todos estaban conformes con la opinión del presidente, o que nadie se atrevía a manifestar otra distinta.

Salaverría, al creerse aludido por , es el que yo le atribuya un concepto desdeñoso hacia la hache británica. «Yo ignoro muchas cosas dice . Sin embargo, conozco la importancia que tiene la hache para los inglesesPues bien, Sr. Salaverría, todo ha sido una broma. La hache no tiene para los ingleses importancia ninguna.

Podría acaso creerse, que, como tantas otras obras posteriores de la misma especie, es sólo la descripción ó explicación de algún cuadro. Basta replicar á esto, que hasta ahora no hay noticia alguna de haberse encontrado en España obras artísticas de esa especie, y que la poesía, de que hablamos, no hace especial alusión á ellas.

«Yo no prosiguió la marquesa con frialdad cómo ha llegado usted a adquirir ese absurdo convencimiento; no , ni quiero saberlo, por qué serie de circunstancias, de qui pro quo y de falsas apariencias, ha llegado usted a creerse nacida de mi desgraciada hija.

Podría creerse que esta forma circular del horizonte procede de la debilidad de nuestra vista, limitada por la distancia, puesto que el limite dista lo mismo por todos lados.

Serafina dejaba con pena el pueblo, en que había llegado casi a olvidar que era una actriz y una aventurera, para creerse una dama honrada que tenía buenas relaciones con la mejor sociedad de una capital de provincia, y un amante fiel, dulce, manso y guapo.

Bien que este fué el único triunfo que consiguieron aquel dia: corto en realidad, y que de manera alguna correspondia á la pérdida que habian sufrido en tantos y tan repetidos asaltos, en los cuales habian acreditado un esfuerzo y constancia que no podian jamas esperarse ni creerse de una nacion que anteriormente se habia considerado de un carácter veleidoso y débil.

Algo se supo en el círculo de la nobleza de las «veleidades místicas» de Anita, y las que la habían llamado Jorge Sandio no se mordieron la lengua y criticaron con mayor crueldad el nuevo antojo. Se confesaba que era virtuosa, en cuanto no se le conocía ningún trapicheo; pero esto era poco para creerse con vocación de santa. «¿Por ventura las demás eran unas tales?».