Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 22 de octubre de 2025
¡Majadero! exclamó Diógenes Si le dije que era la derecha... La derecha es la de corcho.
Risas, algazara, pataleos... Junto al niño cantor había otro ciego, viejo y curtido, la cara como un corcho, montera de pelo encasquetada y el cuerpo envuelto en capa parda con más remiendos que tela. Su risilla de suficiencia le denunciaba como autor de la celebrada estrofa. Era también maestro, padre quizás, del ciego chico y le estaba enseñando el oficio.
Y después, ¡qué respetable cara con sus largos cabellos blancos y su frac marrón! ¡qué aire más bondadoso cuando llevaba a la espalda a los hijos del viejo Cerisoët, el artillero, o les hacía barquitos de corcho! Solamente yo le hacía siempre un reproche a ese pobre Kernok, se había aficionado demasiado a la gente de sotana. ¡Ah! ¡porque era mayordomo de la parroquia!
Todo el mundo rezaba... El humo de los cirios y ese olor humano y acre de gente aglomerada en espacio cerrado, viciaban la atmósfera. Delante, y a la derecha del altar mayor, había otro portátil que sustentaba una Virgen de túnica blanca y manto azul, figurando salir de una gruta hecha, como peñasco de nacimiento, con corcho y cartón piedra. Este era el punto más luminoso del templo.
Estaba trémulo, y quizás la misma emoción hízole distinguir bruscamente a las doncellas sentadas a la morisca, sobre almohadas de terciopelo, y a los sonrientes galanes que las atendían, doblando la rodilla sobre el corcho. Ramiro, después de los saludos, fue a postrarse junto a Beatriz. Su confusión era enorme.
Palabra del Dia
Otros Mirando