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Actualizado: 29 de julio de 2025


La grande época de la arquitectura occidental es el siglo XIII: los dos siglos que le siguen se consumen en esfuerzos estériles, en agitaciones infecundas, en tentativas ilusorias, contradictorias entre , sin carácter, sin plan, sin forma, en que todo es indeciso é imprevisto.

Al principio las indicaciones que recibió eran vagas y contradictorias; pero al fin supo que Carlos había comprado un caballo y había partido a escape en dirección de Villaba. La circunstancia de estar el pobre Navarro en posesión de su dinero fue causa de esta fuga, porque si no tuviera oro no habría encontrado caballo, y a pie no hubiera podido alejarse mucho.

Circulaban por el gentío las más contradictorias noticias. Ya no se verificaba la romería: oponíase á ella el gobernador, al que los bizkaitarras, en su fervor separatista, llamaban despreciativamente «el cónsul de España». Después corría de boca en boca la certidumbre de que iba á celebrarse la fiesta.

Y siguieron cementando en voz baja el suceso, y parecían estar todos de acuerdo en las opiniones más extravagantes y contradictorias. ¡Ya me extrañaba que no soltases alguna coz! ¿Para qué quieres que se registren las casas de los vecinos? Te figuras que te vas a encontrar allí muy apiladito el dinero de don Laureano. Si no se halla el dinero, se hallará algún indicio...

Sin embargo, no puedo menos de observar que para combatir esta demostracion, parece que será preciso desentenderse de nuestras ideas primordiales; exclusion entre el ser y el no ser; y la necesidad de sucesion, de tiempo, para que puedan realizarse cosas contradictorias.

En las proposiciones complexâs no se podrá averiguar bien si son contradictorias, si no se desembarazan los miembros de la composicion, y se comparan unos con otros. Los Dialécticos de las Escuelas, demas de estas cosas, que tratan con suma prolixidad, se entretienen en la equipolencia y conversion de las proposiciones.

De esto resulta que cuando por un esfuerzo particular, llegamos á prescindir realmente, las consecuencias nos parecen contradictorias: pero esta contradiccion aparente, solo dimana de que no hemos continuado con bastante firmeza en la misma precision; en cuyo caso, como el entendimiento parte de dos supuestos diferentes creyendo partir de uno mismo, los resultados le parecen contradictorios, aunque no lo sean en la realidad.

Se moriría.... La enfermedad otra vez... y ahora, con la pobreza, acaso, de seguro... ¡Qué horror!... ¡Oh! No; escaparía». Entró, pasillo adelante; todo era confusión en la casa. Las de Ferraz y una de las de Silva corrían de un lado a otro, daban órdenes contradictorias a los criados; en el gabinete de Emma, Marta y Körner junto al lecho, parecían estatuas de mausoleo.

Esta excepcion es absolutamente indispensable; si no se quiere que el ser infinito se convierta en el mayor de los absurdos, como sucederia si de él pudiesen afirmarse cosas contradictorias. Con esta aclaracion creo que se puede explicar algun tanto la idea de la infinidad absoluta, considerada en abstracto, sino aplicada á un ser realmente existente.

Subiendo un poco mas en el edificio central, la bóveda se cierra, y afuera, sobre un balcon circular al aire libre, el espectador registra el original del cuadro interior, es decir el inmenso Lóndres, en cuyas calles hormiguean millones de hombres que parecen insectos y millares de millares de vehículos; en cuyo rio se cruzan los vapores, los navíos, los botes y las góndolas en asombrosa multitud; y de cuyos centenares de miles de chimeneas se desprenden las negras columnas de humo ó las blancas espirales de vapor que componen el manto lúgubre ó sudario que ha de envolver algunos momentos despues á la metrópoli gigantesca del comercio y la navegacion, de la industria y el movimiento, de la suprema opulencia y de la suprema degradacion y miseria.... La contemplacion de esa capital, desde tan alto observatorio, causa un vértigo semejante al que producen el movimiento y la faz del océano; y el observador que busca hechos y enseñanzas útiles no puede ménos que hacerse las mas contradictorias reflexiones acerca del modo como el bienestar se encuentra, no diré repartido, sino clasificado entre las grandes capas de la sociedad.... Lóndres es la ciudad-escuela por excelencia, porque abriga en su hirviente seno todos los elementos de la lucha terrible empeñada entre la civilizacion y la barbarie, es decir: la justicia y la iniquidad, el goce fecundo y la miseria.

Palabra del Dia

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