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Actualizado: 17 de julio de 2025


El viento, al mecer el trapo chorreante, fue manchando las piezas inmediatas, y un concierto de maldiciones y amenazas, de puños crispados y bocas que proferían las más feas palabras contra él y su madre, obligó al Zapaterín a recoger su manto de gloria y salir por pies, cubiertas de rojo cara y manos, como si acabase de cometer un homicidio.

Y a los cinco minutos, cuando las gentes, asustadas, recogían libros y almohadones en las cubiertas para librarlos de la inundación, refugiándose con ellos en los salones, surgía de pronto el sol; el buque, chorreante, brillaba cual si fuese de oro, y la mancha de sombra iba corriéndose en el mar luminoso, cada vez más reducida, más estrecha, hasta perderse en el infinito, como si la fuese arrollando una mano invisible.

Sobre todo, entra a matar de veras y no se sale del terreno de la verdad. Las buenas mozas amigas del diestro agitábanse borrachas de entusiasmo, con histéricas contorsiones, los ojos lacrimosos, la boca chorreante, agotando en plena tarde el léxico de palabras amorosas que sólo usaban por la noche.

Varios tiros y culatazos en el lívido montón chorreante de sangre... Y los últimos temblores de vida quedaron borrados para siempre. El oficial había encendido un cigarro. Cuando usted guste dijo á Desnoyers con irónica cortesía. Montaron en el automóvil para atravesar Villeblanche, regresando al castillo.

Acostumbrado debía estar este a tan críticas situaciones, porque lo primero que hizo fue dejar el chorreante impermeable en una silla, remangarse tranquilamente las mangas del gabán y los puños de la camisa, y tomar de manos de Chinto una caja cuadrilonga que arrimó a un rincón. Después entró en el cuarto de la paciente, y se oyó la voz gruñona de la comadre, empeñada en darle explicaciones....

Y durante muchos años, las mujeres que seguían la costa al anochecer apresuraron el paso, persignándose, al distinguir en las aguas obscuras un madero ó un paquete de algas. Temían que surgiese de pronto el Tritón, barbudo, lúbrico, chorreante, volviendo de su correría por las misteriosas entrañas del mar.

Palabra del Dia

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