United States or Denmark ? Vote for the TOP Country of the Week !


Pasaban el tiempo discutiendo acaloradamente, cambiando insultos y buscándose á continuación, como si no pudieran vivir el uno sin el otro. Este no se batía por la libertad de tales ó cuales pueblos. Tenía la vista larga: no era miope y egoísta, como su amigo «el catalán». Daba su sangre por que el mundo entero fuese libre y desapareciesen todas las monarquías.

Tanto que el principe de los poetas cómicos de nuestros tiempos y aun de los pasados, el famoso y nunca bien celebrado Lope de Vega, suele, oyendo asi Comedias suyas como agenas, advertir los pasos que hazen maravilla y grangean aplauso: y aquellos, aunque sean impropios, imita en todo, buscándose ocasiones en nuevas comedias, que como de fuente perenne nacen incesablemente de su fertilisimo ingenio: y asi con justa razon adquiere el favor que toda Europa y America le deve y paga gloriosamente.

Recordaba á Aresti, en pocas palabras, la historia del muerto; un andaluz, de carácter triste y pocas palabras que había rodado por el mundo buscándose la vida en América en cien oficios, y trabajando en todas las minas de España. Por las noches, cuando volvía del trabajo, daba lecciones á los pinches.

Cuando se vieron en la calle, sin hogar, oficio ni beneficio, desaparecieron de aquí, y se supo que andaban por Andalucía buscándose el modo de vivir como el diablo les daba a entender. Al cabo de los años, volvió uno solo, no a su pueblo, sino a ese otro que está encalabrinado en aquella cúspide de enfrente, y al cual pienso que llegaremos en poco más de una hora.

Pos venía, según relate que me jizo con aquel palabrear zalameru que siempre tuvo y a me entonteció en su día, de por esus mundus ayá; lejos, ¡muy lejos!... hasta más lejos, a veces, que la otra banda. Ya ve usté si será bien lejos. Siempre buscándose el bien vivir, y nunca dando con él.

; algo tenía del otro... la frente pesada, los cabellos lacios, la nariz picuda y la barba saliente, que, andando los años, se inclinarían buscándose, para darle cierto perfil de bruja... ¡Excelente y glorioso Ricardo! ¡Por dónde había venido a proporcionarle una de las mayores felicidades de su vida!... ¡Qué hembra tan original aquélla!

Se confundían, formando un solo cuerpo erizado de relámpagos blancos en la penumbra de los árboles; se mostraban luego despegados y buscándose en el círculo de incendio de las antorchas. Oyó de pronto el coronel un maullido de dolor, un alarido de pobre bestia sorprendida. Lubimoff era el único que estaba de pie. Con un golpe de punta había cortado la yugular á su adversario.

Casi todos ellos eran católicos ó protestantes fervorosos; pero sólo creían en los sacerdotes de su país. Fuera de Alemania, todo resultaba despreciable, hasta la propia religión. El alcalde y el sacerdote cambiaron de lugar en la fila, buscándose. Se ofrecían mutuamente, el centro del grupo con una cortesía solemne. Aquí, señor alcalde; este es su sitio: á la cabeza de todos.