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Actualizado: 10 de mayo de 2025
El traductor original transcribió el Nombre de Dios al español como Jehová; Nombre que aparece en los manuscritos hebreos de las Sagradas Escrituras con cuatro consonantes (sin vocales) YHWH (o JHVH) y se traduce de manera literal al español como YO SOY (según Exodo 3:14). Así mismo figura en el idioma griego en algunas citas del Nuevo Testamento (vean Marcos 12:26, 14:62, Lucas 22:70, Juan 4:26; 6:35,41; 8:18,24,28,58; 11:25; 18:5-8; Apocalipsis 1:8,11,17; 2:23; 21:6; 22:13,16). Los antiguos consideraban que el Nombre de Dios era demasiado sagrado para pronunciar y entonces leian "Adonai" o Señor cada vez que encontraban los cuatro consonantes del tetragramaton. Tradición seguido por nuestro Señor Jesús y por los apóstoles en el Nuevo Testamento cuando citaban las Escrituras del Antiguo Testamento. En esta obra hemos continuado en la tradición del Nuevo Testamento en cuanto a las citas del Antiguo Testamento y así el nombre que aparece en los manuscritos originales como YHWH esta siempre escrita en mayúsculas pequeñas como SE
El sol no se halla a la mitad de su carrera, y el arco iris que corona el torrente recibe de sus rayos sus hermosos colores . Las aguas estienden sobre el declivio de las rocas su manto de plata, y su espuma que se eleva como un surtidor, se parece a la cola del enorme y palido caballo del Apocalipsis sobre el que vendra la Muerte.
La explicación de la portera saltó de ventana en ventana hasta el último piso. El ruso movió la cabeza con expresión fatal. La infeliz no había dado sola el salto de muerte. Alguien presenciaba su desesperación: alguien la había empujado... ¡Los jinetes! ¡Los cuatro jinetes del Apocalipsis!... Ya estaban sobre la silla; ya emprendían su galope implacable, arrollador.
La primera es una representación dramática extraña de la visión del Apocalipsis; la segunda, en su argumento, es semejante á la tradición de Fausto, conocida probablemente en España poco antes de su composición. Un mancebo, llamado Román Ramírez, extraviado por su amor, sin esperanzas, á una beldad, prometida á otro, vende al diablo su alma por alcanzar con su ayuda el cumplimiento de sus deseos.
Palabra del Dia
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