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Actualizado: 17 de junio de 2025


Monstruo benéfico y terrible que siega esa plaga invencible de fecundidad renaciente con un gran esfuerzo de absorción, que se lo traga todo indistintamente: muertos, vivos, ¿qué digo? cuanto encuentra á su paso. El magnífico comedor de la Naturaleza, comedor privilegiado: el tiburón. Mas, tan terribles destructores están vencidos de antemano: á pesar de su furia devoradora, producen muy poco.

La á que me refiero era pequeña, del tamaño de mi mano, pero bella en extremo y de matices suaves y ligeros; su color blanco ópalo con un tinte diáfano lila que formaba una corona. Muy magullada la pobre, herida, tenía arrancada parte de su fina cabellera, esto es, lo que constituye sus órganos de respiración, de absorción y aun de procreación.

Es evidente que las moléculas de un medicamento llevan su accion, por medio de la absorcion, hasta los últimos elementos orgánicos, es decir, hasta las fibras y las celdillas rodeadas de una atmósfera nerviosa y vascular. En estos elementos es donde se verifican los fenómenos íntimos de la vida al contacto de las últimas ramificaciones nerviosas y vasculares.

Indudablemente que , es una ley natural; mas, de hecho, en ese mundo marítimo de rápida absorción, la mayor parte de los seres son absorbidos vivos; no se arrastran en estado cadavérico como acontece en la tierra, donde son más lentas las destrucciones. El mar es elemento purísimo; la guerra y la muerte provéenlo y nada dejan en él de repugnante.

¡Dios quiera que los cazados no seamos nosotros! tartamudeó doña Dolores con las mejillas horriblemente sumidas por los esfuerzos de absorción que practicaba, a fin de convertir su barquillo en bomba ascendente de la leche garrapiñada. Himno de Riego, de Garibaldi. Marsellesa Era Baltasar un hijo, no de este siglo, sino de su último tercio, lo cual es más característico y peculiar.

Al fin se separaron, se miraron, y don Juan vió en los ojos de su mujer lo que jamás había visto, lo que ni aun había sospechado, lo que no sabía que existiese: un amor sobrenatural, una vida que vivía en su vida; una alegría que era su alegría; un alma que absorbía la suya, la envolvía, la acariciaba y la defendía; una fuerza infinita de absorción que no le dejaba vida, ni deseo, ni voluntad como no fuesen para doña Clara.

Palabra del Dia

vorsado

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