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Fundieron 17, y salieron tan buenos, que sobre el precio estipulado se les abonaron 1.500 maravedís . Eran pues los ribadoquines piezas ligeras de bronce de reciente adopción, cuyas condiciones se descubren en las partidas de cuentas de gastos hechos para aquel sitio, á saber: Bancos de ribadoquines pagados á los carpinteros. Maderos de olmo labrados á hacha para los mismos. Maromas.

Por una cédula fecha en 20 de Marzo de 1502 años se libró en el dicho Rodrigo de Narváez mayordomo del Artillería de sus Altezas dos ribadoquines é 24 quintales de pólvora que lo a Xºval Colón, Almirante para el viaje que ha de facer, lo cual se le libró por una cédula del thesorero A.º de Morales fecha en Sevilla a 8 de Marzo de 1502Copia del Sr. Aparici, 1847.

Las relaciones del año siguiente de 1502 hacen distinción de Ribadoquines San Migueles; ribadoquines con muñones; ribadoquines chicos, y aun dicen que Maestre Cristóbal, fundidor, entregó 19 ribadoquines ochavados, 14 ribadoquines redondos y moldes de pelotas para ellos. Los arcabuches ó sacabuches eran, por lo que parece, piezas de campaña, más ligeras y modernas que los ribadoquines.

Hoja de lata para medida de ribadoquines. Dados de hierro para pelotas de ribadoquines. Dos carros e dos pares de bueyes en que se llevaron seis ribadoquines.

Los dos ribadoquines entregados por el mayordomo de la artillería de Málaga no serían únicas piezas con que se armaron las cuatro naves, pues en tal caso fuera excesiva la cantidad de 24 quintales de pólvora con que se las dotaba; es de concebir por ello que con esas dos piezas se aumentó y mejoró el armamento ordinario de artillería de hierro que las carabelas tendrían, á petición del Almirante.

Consignó el cura de los Palacios, cronista de los Reyes Católicos, al tratar de la guerra con Portugal y batalla de Toro , que el duque de Villahermosa, fué por entonces el primero que metió ribadoquines en Castilla.

Acredita el dicho que las carabelas disponían de piezas de mayor calibre que los dos ribadoquines entregados por Narváez, pues que éstos no se comprendían en el nombre general de lombardas, aplicado á las grandes.

Para la de Adra, 2 ribadoquines e 2 arcabuches que pesaron 5 quintales e 2 arrobas e 10 libras. Para la de Lanjarón, 1 ribadoquín e 2 sacabuches que pesaron 2 quintales e 3 arrobas e 1 libra.

Las dos grandes tiraban piedra de cada setenta libras; las otras como ribadoquines.