Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 2 de julio de 2025


En los segundos entran el Arte de pensar, L'Clerc, Wolfio, Purchot, Corsino, Brixîa, el Genuense, Vernei, y otros de esta clase. Así que, dexando en su valor las personas, hablarémos con libertad de sus opiniones. Inst.

Así que no hay que fiarse mucho de la Filosofía de WOLFIO, y el GENUENSE, que quieren dar por demostrado lo que no lo es, y á veces ni lo puede ser. De este método se han valido con acierto algunos Escolásticos doctísimos, como es notorio á los que están versados en la letura de esta suerte de Filósofos.

Pasa despues á hacer comparaciones entre la Lógica de Aristóteles y la de Gasendo, del Arte de pensar, Du-Hamel, Regis, y otros semejantes modernos, hallando sumos defectos en aquel, y grandes perfecciones en estos, y concluye: "Aunque todos se quejen he de decir que solo el librito de la Lógica de Heineccio, ó de Wolfio, si se atiende al orden, perspicuidad y utilidad de las cosas, excede en grande manera las Bibliotecas de Aristóteles, Teofrasto, y Chrisippo". Si Vernei probase lo que afirma, hiciéramos aprecio de esta y otras muchas cosas semejantes, que en tono de magisterio dexa sentadas; pero como el decir y no probar es voluntariedad, dexamos esas expresiones para que las estimen y las sigan los que se precian de discípulos suyos, apreciando mas su Lógica que las máxîmas Bibliotecas de los Escolásticos.

Con dificultad se hallará obra de Lógica mas extensa que la de WOLFIO. Este Escritor, siempre prolixo, ha hecho con título de Lógica un volumen que encierra innumerables cosas, porque trata en el Discurso Preliminar de la Filosofía y todas sus partes: despues en lo interior de la obra, ademas de lo que puede tocar á la Lógica, trata con extension muchísimos puntos de Metafísica, Animástica, y mixtos de estas Ciencias con la Etica y Teología.

Resta ahora proponer algunas advertencias para hacer bien las demostraciones. Toda demostracion ha de tener por objeto las cosas universales, porque de las singulares no puede haberla. Conócense las singulares con toda evidencia por la aplicacion de los sentidos á las cosas, y de la mente á las primeras nociones; pero no se demuestran, ni lo necesitan, porque no es menester otro medio distinto de ellas mismas para alcanzarlas. La presencia de la luz, lo pesado y liviano, el movimiento, el frio y calor, y otras cosas á este modo con sola la aplicacion de los sentidos son evidentes: como lo son tambien las primeras y simples nociones que tiene el entendimiento, y sirven de basa, y ocasion al ingenio para formar demostraciones. Es verdad, que los universales se forman de los singulares; pero solo se hace abstrayendo de estos los atributos comunes, los quales son los que aprovechan para demostrar las cosas. En cada ente singular, ademas de los predicados comunes, hay una particularidad tan propia suya, que no se halla en otro ninguno aun del mismo género. Los Griegos la llamaron [Griego: Idyosynkrasia] idiosyncrasia, de la qual se trata extensamente en la Medicina, y no está sujeta á demostracion por ser especial y propia de cada individuo. De esta singularidad nace la distinta cara, genio, y especial temperamento de los hombres; y debe esta conocerse por observacion particular, que solo sirve para aquella determinada cosa donde reside, y no puede demostrarse, porque no hay medio, antecedente, ni principio á que reducirla, por ser única. Debe tambien la demostracion ser de cosas necesarias y perpetuas, porque así será siempre verdadera, puesto que las cosas contingentes y que pasan, por su misma mutacion estan expuestas á la incertidumbre. Por eso las difiniciones y divisiones lógicas bien hechas son los medios mas á propósito que hay para las demostraciones; y bien se ve que los predicados esenciales son perpetuos y permanentes, y siempre unos mismos en las cosas, porque ni se engendran de nuevo, ni se acaban: hácense solo de nuevo, y se destruyen los singulares individuos que los contienen. Para entender esto físicamente puede servir lo que hemos dicho de los elementos, y de las semillas en el discurso sobre el Mecanismo[a]. Sirve asimismo para demostrar las cosas el conocimiento de sus causas. Para proceder en esto con acierto, especialmente en el estudio de la naturaleza, cuyas demostraciones casi siempre se hacen por este camino, conviene saber que por causa no entendemos solo la eficiente, sino tambien la material, que es el sugeto y basa de que se compone una cosa: la formal, que es el conjunto de caractéres con que se distingue de otras: la instrumental, que es el medio con que se forma: la final, que es el fin á que se endereza. De todas estas hablaba Virgilio quando decia: dichoso aquel que puede conocer las causas de las cosas[b], &c. y con razon, porque es sumamente util conocer y distinguir cada una de las causas propuestas. El no haber cosa ninguna en que no concurran estas causas, es el motivo de ser útiles para las demostraciones, y de ahí ha nacido la máxîma fundamental tantas veces inculcada de Wolfio: nada se hace sin razon suficiente[c]. Por esto han culpado muchos á Verulamio, que quitó del estudio de la Física las causas finales, dando motivo con esto á introducir el Epicurismo. Siendo, pues, preciso que estas causas estén conexâs con las cosas, dimanan de ahí dos suertes de demostraciones: unas prueban las cosas por sus causas, y se llaman

El aprecio que de los sylogismos han hecho WOLFIO, y HEINECCIO lo hemos manifestado tratando del raciocinio, donde hemos puesto algunas pruebas á favor del estilo escolástico, las quales conviene juntar con las que aquí proponemos.

Palabra del Dia

accidents

Otros Mirando