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Actualizado: 28 de junio de 2025


La mamá pertenecía a la familia de los Morenos, que en el primer tercio del siglo se dividieron en dos grandes ramas, los Morenos ricos y los Morenos pobres; pero habiendo nacido en la primera de estas ramas, vino a parar a la segunda. Casó con Samaniego, hombre de bien y muy entendido en Farmacia, pero que no supo hacerse rico.

En el último tercio del mes se presentaba casi todos los días en el claustro para ablandar con sus ruegos al Vara de plata y decidirle a un préstamo de unas cuantas pesetas. Adulaba a Mariquita, que no podía mostrarse esquiva con él a pesar de su sotana.

Humanamente considerada, aquella gente tenía una superioridad especial que ha sido la causa de su dominio durante un tercio de siglo: era la superioridad de los modales, cosa importantísima en nuestra edad. Había en aquellos tiempos como una línea divisoria clara y precisa que separaba en dos grandes mitades el inmenso personal político, creado por las revoluciones.

Verónica había sido mejorada en tercio y quinto, y esta mejora estaba asegurada, entre el cuerpo de bienes, con cuantas ligaduras eran de apetecer, según la sabia y cariñosa previsión de su abuelo.

Estos tres destacamentos, que más que para imponerse á los habitantes del país, se hallan establecidos para cumplir los preceptos del tratado de Berlin, que obliga á ocupar para poseer, debían estar guarnecidos con personal del tercio civil, dando preferencia á los individuos casados, á fin de que por este medio, y facilitándoles elementos para el cultivo de los campos, se formaran poblados de alguna importancia, tan necesarios y útiles en aquellos vírgenes territorios.

Tendríamos, pues, que sólo el tercio de las representaciones de nuestro teatro sería para los estrenos. Así la Junta directiva podría mostrarse severa y aceptar sólo obras excelentes ó que ella juzgase tales.

Mataron al Capitán Golfín y algunos soldados; á Moroto, Sargento mayor del tercio de Nápoles, tomaron en prisión. Antes que la gente acabase de entrar en el fuerte era ya día claro, y yendo á ver si había entrado por algún caballero ó si estaría en su tienda Don Alvaro, llegó el Capitán Pedro Nicardo y dijo que lo dejaba en las galeras.

No perdía allí el tiempo. Informábase de particularidades que le importaban, por ejemplo, el verdadero estado de fortuna de su tío. En Santiago se decía lo que él sospechaba ya: don Manuel Pardo mejoraba en tercio y quinto a su primogénito Gabriel, que entre la mejora, su legítima y el vínculo, vendría a arramblar con casi toda la casa de la Lage.

Entonces se renovaron las dos fachadas, «restituyéndose como dice un historiador á sus columnas la altura que correspondía, pues antes su basamento subía hasta el tercio de las columnas, quizá para afianzar en él los tablones con que se calafateaba la puerta en las ocasiones de riadas

No he estado en Europa. Desciendo de un vasco remoto que en el primer tercio del siglo pasado empezó a apoderarse de la tierra por centenares de leguas. Por diversos entronques familiares, he venido a pertenecer, al cabo de un siglo, al patriciado de mi país y a su alta sociedad.

Palabra del Dia

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