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Actualizado: 26 de mayo de 2025
Esto fue acompañado de un bofetón y de un puntapié tan violento, que el grumete, que estaba en lo alto de la escalera del sollado, desapareció como por encanto, y llegó al fondo de la cala resbalando con rapidez a lo largo de los tramos de la escalera. Llegado al final de su viaje, el grumete se levantó y dijo frotándose los riñones: Estaba seguro; lo he conocido en el modo de mascar el tabaco.
Kernok se mostró digno de este ascenso por su valor y su habilidad; descubrió, sobre todo, una manera de encajonar a los negros en el sollado tan ventajosamente, que el brick, que hasta entonces no había podido llevar más que doscientos, pudo contener trescientos, a la verdad, apretándolos un poco rogándoles que se pusieran de lado en lugar de tenderse panza arriba como bajás , así decía Kernok.
Ofrecía verdaderos refinamientos para la época; estaba limpio, bien arreglado y dispuesto; las cámaras para la marinería, en el sollado y castillo de proa, eran muy capaces; la bodega, muy aireada. Llevaba dos grandes aljibes de hierro, uno a proa y otro a popa.
El timón, de pala ancha, por ser poca la salida de aguas del barco según va dicho, y muy reforzado en todas sus partes, funciona con la caña horizontal desde la batería, debajo de la tolda. No tiene la Santa María más que una cubierta; entre ésta y la bodega va una serie de baos al aire, sobre los que en caso necesario á la comodidad ó á la carga se sientan tablones formando falso sollado.
Subía al alcázar de proa, inspeccionaba el sollado, recorría el barco mirándolo todo, riñendo porque no encontraba las cosas bastante limpias, y al final de su paseo escalaba la toldilla de popa y se apoyaba en unos de los cañones. Así permanecía silencioso, sumido en sus pensamientos. Si en estos días de fiesta algún vasco, imitando a los demás, blasfemaba, Zaldumbide le castigaba cruelmente.
Marcial cayó herido, si bien en los primeros instantes apenas sintió dolor y abatimiento, porque su vigoroso espíritu le sostenía. No tardó, sin embargo, en bajar al sollado, diciendo que se sentía muy mal. Mi amo envió al cirujano para que le asistiese, y éste se limitó a decir que la herida no habría tenido importancia alguna en un joven de veinticuatro años: Medio-hombre tenía más de sesenta.
Desplazaría de seiscientas a setecientas toneladas, tendría unos ciento sesenta o ciento ochenta pies de largo y más de treinta de ancho. Como barco de carga destinado al transporte de mercancías, era un tanto pesado; de figura muy redonda, casi igual a proa que a popa, tenía una cubierta, sollado a proa para la marinería, cámaras en popa y todo lo demás preparado para bodega.
Habían arriado sus gavias, sus foques, su vela mayor, y huían con el viento de proa sólo con el aparejo de mesana; había sido amarrada la barra del timón, y los sesenta y tres hombres que componían las dos tripulaciones, estaban muy ocupados en el sollado poniéndose a bien con Dios. Como no había ningún sacerdote presente, se confesaban los unos a los otros.
Palabra del Dia
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