Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 27 de julio de 2025
Rivadavia, pues, continuaba la obra de Las Heras en el ancho molde en que debía vaciarse un gran Estado americano, una República.
CAP. XIII. En que trata de cómo se juntaron, despues de un año pasado, los señores caciques, y cómo Inca Yupanqui hizo reparar los dos arroyos que por la ciudad del Cuzco pasan; y cómo casó los mancebos solteros que habia, y cómo dió órden en el proveimiento de comidas que en la ciudad del Cuzco eran necesarias y república dél. 79
Si alguna vez iba don Isidro al Norte de la República, no tenía más que preguntar: el último arriero de los que pasan a Chile recuas de mulas por la Cordillera le daría razón.
Efectivamente: ¿qué cosa más bella que asegurar la frontera de la República hacia el Sur, escogiendo un gran río por límite con los indios, y resguardándola con una cadena de fuertes, propósito en manera alguna impracticable, y que en el Viaje de Cruz desde Concepción a Buenos Aires había sido luminosamente desenvuelto?
Andarían sueltas por ahí, perturbando la tranquilidad de la República; molestarían á los hombres tímidos, inclinados á la modestia y el recogimiento, y ¡quién sabe si acabarían por raptarlos!... Con el ejército, estas energías sueltas se canalizan hacia la gloria militar, y aunque la tal gloria no exista, su ilusión nos proporciona la tranquilidad.
Pueblos civilizados, honrados habitantes de los Estados Unidos, á cuya elevada y recta consideración someto este mal pergeñado documento; ahí teneis los hechos providenciales, que prepararon la injustamente combatida existencia de la actual República Filipina y de los que, aunque indigno, Dios me ha hecho el agente principal.
Acaso la gran República Americana, cuyos intereses se encuentran en el Pacífico y que no tiene participación en los despojos del África, piense un día en posesiones ultramarinas.
No hay género más difícil que el de costumbres, ni otro ninguno tampoco a que con más audacia se lleguen todos los aventureros y escaramuzadores de la república de las letras. Aun en los críticos reina extraña confusión sobre la índole y límites de este modo de escribir, relativamente moderno.
«¡Matacandiles!» chillaron muchos, arrojando las armas y saliendo a recibir a los dos individuos, conocidos en la república de las picardías con los nombres de Zarapicos y Gonzalete. «¿A cómo? preguntó una voz. A cinco. ¡Qué coles!..., a cuatro. ¡A cinco! El que no dé cinco no chupa. Maldita sea tu madre..., ¡a cuatro!
Termina el General Núñez fecilitando por ello al Ejército y á sus Jefes. A continuación hace uso de la palabra el general José de Jesús Monteagudo, Jefe de las Fuerzas Armadas. "Señores, dice: Yo quiero en nombre de las Fuerzas Armadas de la República dar á todos las gracias más sinceras y más sentidas.
Palabra del Dia
Otros Mirando