Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 5 de junio de 2025


Tienes razón, María..., no te comprendo... Mi padre fue un hombre honrado, y tampoco te comprendería... Mi abuelo fue un militar que perdió la vida defendiendo a su patria, y tampoco te comprendería... Pero mi padre y mi abuelo se ofenderían, como yo me ofendo, de que alguno les recordase que debían guardar los secretos que se les confiaba.

Al cabo, mi compañero, o porque no tuviese ya que decir, o porque recordase que no estaba procediendo con sobrada cortesía, comenzó de nuevo a hablar de mis asuntos en tono campechano y ligero, como quien quiere hacerse agradable sin importarle mucho por lo que está diciendo. Era tal, sin embargo, mi deseo de hablar de la hermana, que se lo agradecí.

En fin, no faltó quien recordase la presencia de una beldad desconocida, que mantenía a Pablo cautivo de sus hechizos... Alguien pensó en hacer intervenir la policía... Pero los antecedentes y la conducta del duque se impusieron. El palacio permaneció cerrado y silencioso, hasta para los más allegados parientes.

Con una voz balbuciente fué diciendo lo que se le ocurría, sin orden alguno, sin que una sola de sus palabras le recordase las frases que había cincelado horas antes. «Aún era tiempo... un poco de buena voluntad; los dos eran hombres de valor que habían hecho sus pruebas... No es deshonrosa una explicación en el último minutoSus palabras se perdieron en un silencio emocionante.

Le mataría, señor, le mataría; y después, ¡qué escena tan trágica! el teniente a sus pies, atravesado de una estocada; Amparito, desmelenada, sollozante, increpando al cielo; y él erguido como gigantesco fantasma, el ensangrentado acero en la mano, y en el rostro una sonrisa desesperada, infernal, loca; algo que recordase el último acto del Don Álvaro.

, ya es hora respondió Tòni, que en todo un mes sólo había bajado dos veces á tierra. El Mare nostrum abandonó el lugar de su reparación, yendo á fondear frente á los muelles de comercio, brillante y rejuvenecido, sin ningún desperfecto que recordase sus recientes averías.

Y ya en la puerta, despidiéndose cariñosamente de la buena madre, volvió a repetirle: ¡Que no se olvide usted de lo esencial!... Que comprenda el padre la buena fe con que procedo en todo, lo rectas que son mis intenciones... Y de pronto, volviéndose atrás desde la puerta, como si de repente recordase algo...

Palabra del Dia

consolándole

Otros Mirando