Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 2 de julio de 2025
Cuando esta mañana encontré sobre la mesa la carta que viste en que se me avisaba que don Rodrigo llevaba siempre sobre sí mis cartas, y se me ofrecía darme esas cartas por mil y quinientos doblones, me propuse averiguar quién era el que de tal modo, burlando el particular interés de la duquesa de Gandía y la presencia de la servidumbre, lograba penetrar hasta mi dormitorio.
Me propuse observar atentamente, para descubrir los misterios que allí pudieran existir; pero doña María distrajo mi atención, diciéndome: Sr.
Aunque me propuse hacer mérito únicamente en esta historia de los succesos antiguos, no creo del caso omitir uno, á virtud del cual un Capitan General se vió preso en este alcázar, ocurriendo en su prision los incidentes que voy á referir.
Sus orejas, blanquecinas y despegadas del cráneo, transparentaban la luz. Habiendo tomado aliento, habló con cierto reposo. ¡Paciencia y prudencia! Tengo cuanta cabe en una mujer. Aquí no viene al caso disimular: ya sabe usted cuándo empezó a clavárseme la espina; desde aquel día me propuse averiguar la verdad, y no me costó... gran trabajo.
Lo atribuí también al horror de la disciplina del colegio anglochino, al cual me propuse enviarlo; a su cariño por la vida libre y vagabunda de las minas, o a mera inclinación natural. Hasta mucho tiempo después, no se me ocurrió que fuera por presentimiento. Parecía haber llegado ya la ocasión que tanto esperaba y anhelaba.
¡Tendría gracia! exclamé después de haber meditado un rato, sonriendo a una idea que me asaltó de pronto. Me propuse, sin embargo, ser más cauto, procurando aparecer las menos veces posible en público con las monjas. En cambio me esforzaba por que los ratos de conversación dentro de casa se prolongasen.
Mas golpe me dió esta respuesta del brama, que todo quanto primero me habia dicho; y exâminándome á mí propio, ví que efectivamente no quisiera yo ser feliz á trueque de ser un majadero. Propuse el caso á varios filósofos, y todos fuéron de mi parecer.
Por de pronto, urgía mucho que Luz se acostara de veras; y eso la propuse, y eso hizo. Después, sin advertírselo a ella, porque se hubiera resistido, mandé que avisaran al médico. »Entretanto, y por todo alimento en aquella mañana memorable, tomé yo dos sorbos de caldo. »Llegó el doctor y vio a Luz.
Un instinto secreto, que no acierto á explicarme pero que no me engaña nunca, me hizo sospechar que mi vecino tenia algun parentesco con la Iglesia. Sentí no sé qué olor de sacristía, y me propuse saber si mi impresión se confirmaba.
Ninguna tiene valor para deslizarse ante el imponente areópago. La otra noche le propuse por medio de intérprete a una de esas rubias que pasásemos juntos ante los «pingüinos», creyendo enorgullecerla con este sacrificio y que me lo gratificase después. Pero la pobrecita casi palideció de miedo: «Nein... nein», como si le hubiese propuesto echarnos de cabeza al mar.
Palabra del Dia
Otros Mirando