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Actualizado: 3 de junio de 2025


Ya que paga, que se divierta el pobre como pueda. Aunque todo el mundo sabía que tenía esclavizado al archimillonario, no gustaba que se rieran a su costa. Del duque pasaron a su hija. Rafael contaba pormenores terribles, repugnantes. Las mujeres se ensañaron con ella vengándose de su hermosura, su elegancia y su orgullo.

¡, , estudia, querido, exclamó Paco Ruiz, que ya verás cómo te paga este país! D. Lino sonreía bienaventuradamente diciendo al promotor «que bueno era estudiar; que brutos demasiados había en Vegalora». El grupo siguió marchando por las calles oscuras y mal empedradas, riendo cuando alguno tropezaba y charlando animadamente.

He ahí Colón; una licencia, una libertad absoluta para todos los vicios y las degradaciones humanas. El que paga un pequeño impuesto tiene el derecho de establecer su tapete al aire libre, ¡y qué tapete!

La guerra le ofrece sus sacrificios, la muerte le paga su tributo; la vida de los hombres y sus innumerables dolores le pertenecen: es el alma de todo lo que existe. Gloria al grande Ariman. Su poder se estiende cada dia mas sobre la tierra: mis dos hermanos han ejecutado fielmente sus ordenes, y yo no he descuidado mi deber.

La Iglesia paga a sus servidores como en la época de la fe: cree que aún está en los tiempos en que los pueblos enteros se lanzaban al trabajo con la esperanza de ganar el cielo y levantaban catedrales sin más recompensa positiva que el caldero de rancho y las bendiciones del obispo.

Por un lado la necesidad de seguir siempre adelante, y por otro la falta de novedad, que en España se paga siempre muy cara, le iban privando todos los días de algunos céntimos. Con los que traía para casa al retirarse apenas podía introducir en el estómago algo para no morirse de hambre. Su situación era ya desesperada.

Si un deudor se niega á pagar una deuda reconocida, paga por la primera falta el doble, por la segunda el triple y por la tercera queda hecho esclavo ó paga con su pellejo.

No me refiero aquí sólo á los niños, sino á todo el mundo. Esto ocasiona un gasto enorme; y ¿quién lo paga? Los otros obreros que en último resultado son los llamados á sufragar las cargas de la cosa pública. El obrero muere joven, dejando por obligación á sus compañeros mantener á su familia. Mucho más conveniente y económico sería, pues, preservar que curar.

Bueno, pues no me he explicado bien: es favorable y no es favorable, porque en rigor... él es inocente, en este caso concreto a lo menos; y además, aunque no lo fuera... el que rompe paga... y él quería pagar... sólo que no había roto... ¿Me explico? No, señor; pero no importa. No se moleste usted. Al cura empezaba a parecerle un majadero el marido de la doña Emma Valcárcel.

Yo me desvivo por la niña. En casa no entendemos la caridad a medias. Todos los días se ve recoger a un pariente pobre, ¿para qué? para ahorrar un criado o una doncella; se le arroja un mendrugo y no se le paga soldada. Pero nosotras entendemos la caridad de otro modo. En fin, ustedes verán a la niña. Y que va a ser guapa. Ya verán ustedes.

Palabra del Dia

cabalgaría

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