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-También, Sancho, no has de mezclar en tus pláticas la muchedumbre de refranes que sueles; que, puesto que los refranes son sentencias breves, muchas veces los traes tan por los cabellos, que más parecen disparates que sentencias.

Y por consiguiente llamáis héroes y grandes hombres á los que más destruyen y matan. ¡Per Bacco! para hombres notables, de verdadero mérito, dignos de toda gloria, los artistas que tenemos en Italia, los que edifican en lugar de destruir, los que han creado las bellezas artísticas de mi noble Pisa, los que ennoblecen á toda la nación, los Andrés Orcagna, Tadeo Gaddi, Giottino, Stefano, Simón Memmi, maestros cuyos colores sería yo indigno de mezclar.

»Quedé admirado deste nuevo accidente, hasta allí jamás en ella visto, porque siempre nos hablábamos, las veces que la buena fortuna y mi diligencia lo concedía, con todo regocijo y contento, sin mezclar en nuestras pláticas lágrimas, suspiros, celos, sospechas o temores.

Otro obstáculo se presentaba también al poeta: el de harmonizar con la poesía la teología escolástica, que constituía por la tradición el fondo de los autos. No siempre supieron los autores más sobresalientes mezclar dos elementos tan heterogéneos, de suerte que la metafísica se hiciera sensible é interviniese en la acción del drama.

Se puso de pie el Magistral, miró a todos lados por encima del seto de boj que rodeaba su escondite, y al verse solo, solo de seguro, se le ocurrió mezclar a la cháchara insustancial y armoniosa de los pájaros que saltaban de rama en rama sobre su cabeza, su voz más dulce y melódica, recitando aquellas palabras de espiritual hermosura que la Regenta le había escrito.

En los reinos del arte se encuentran todos, y todo es legítimo como sea bello, sin pedantescas excomuniones, sin hablar de ideales que mueren ni de ideales que viven, y sin mezclar a la serena contemplación estética intereses ajenos y de ínfima valía, que sólo sirven para enturbiarla.

aquí pues la diferencia que conocemos, que sentimos, entre dos acciones iguales, hechas con fines diferentes: la voluntad del uno perfecciona el entendimiento como una simple realizacion del órden divino: no acertamos tal vez á explicar lo que encontramos allí, pero de cierto sabemos que aquella voluntad es recta; el otro hace lo mismo, quiere lo mismo, pero deja mezclar un motivo ajeno á este órden; y el entendimiento y el corazon nos dicen: este acto con que se hace un bien, no es bueno; esto no es virtud, es miseria.

22 ¡Ay de los que son valientes para beber vino, y varones fuertes para mezclar bebida; 23 los que dan por justo al impío por cohechos, y al justo quitan su justicia!

18 ¿Y a cuáles juró que no entrarían en su Reposo, sino a aquellos que no obedecieron? 2 Porque también a nosotros nos ha sido anunciado como a ellos; mas no les aprovechó el oír la palabra a los que la oyeron sin mezclar fe. 4 Porque en un cierto lugar dijo así del séptimo día: Y reposó Dios de todas sus obras en el séptimo día. 5 Y otra vez aquí: No entrarán en mi Reposo.

Un loco; simpático años atrás, pero ahora completamente ido, intratable; un hombre que tenía la manía de la aclimatación, que todo lo quería armonizar, mezclar y confundir; que injertaba perales en manzanos y creía que todo era uno y lo mismo, y pretendía que el caso era «adaptarse al medio». Un hombre que había llegado en su orgía de disparates a injertar gallos ingleses en gallos españoles: ¡Lo había visto ella!