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Actualizado: 17 de junio de 2025
Y la solución que se ha encontrado para cultivar los poderes intelectuales sin destruir o disminuir el miedo a los peligros sobrenaturales, obviando el antagonismo entre la casualidad natural y la sobrenatural, es la enseñanza religiosa de las ciencias profanas; el cultivo de la memoria sin despertar el raciocinio, por la ingestión de explicaciones depuradas en respuestas hechas, aprendidas y almacenadas en la mente para responder a preguntas hechas, a fin de que el educando atraviese la escuela, el colegio y la universidad con anteojeras de mula, "con sujeción estricta a los textos", viendo lo que ponen delante y no lo que le substraen o queda a los costados, como Renan, que recibió las órdenes menores en San Sulpicio sin saber que había existido la revolución del 89.
Los calambres, los dolores quemantes, el meteorismo, la sensibilidad de los tegumentos del vientre, la sensacion de contusion, de pesadez, de plenitud; los cólicos calambroídeos; la agravacion de estos síntomas por la menor ingestion de alimentos, por el frio, por la noche, caracterizan la accion del carbon en las vías gastro-intestinales, y hacen de él un medicamento escelente en los calambres de estómago; en la gastralgia y la pirosis con eructos ácidos; en ciertas disenterías pútridas, despues del período de congestion activa; en la inercia de los vasos abdominales con estancacion del sistema de la vena-porta, tension de los hipocondrios y de la region hepática, dolores en los riñones y el sacro, hemorróides pasivas con ó sin hemorragia, estreñimiento ó irregularidad de las deposiciones.
La dieta no debe ser muy severa, porque importa no perjudicar á la accion del medicamento por las simpatías de un estómago cuyas fuerzas, estando libres, reaccionan dolorosamente sobre otros aparatos. Es conveniente que los jugos gástricos no permanezcan mucho tiempo sin sufrir algun trabajo de digestion por la ingestion de alimentos adaptados al estado del enfermo.
Así pues, el carbon es, despues del arsénico, el medio mejor de escitar esta vitalidad, cuando la ingestion de alimentos frios, de agua fria y aun el hielo, la han rebajado hasta el punto que la reaccion local no puede reanimarla con el calor; los calambres, los dolores quemantes y la ansiedad, son la consecuencia de este estado, á menos que no revista una marcha menos aguda, pero que no por eso es menos eficazmente combatida por el carbon.
A una concentracion estremada que puede elevarse hasta la postracion de la vida y destruir al indivíduo, sucede despues una reaccion desordenada. Cualesquiera que sean el calor, la sequedad y su acritud, el calosfrío se reproduce por la impresion del aire esterior, por la ingestion del agua fria deseada con vehemencia, y aun por la sola sustraccion del calor aplicado.
El sulfuro de cal y el grafito curan las supuraciones y las irritaciones crónicas en la piel; el azufre y el mercurio combaten la diátesis serosa con temblores y espasmos; los baños calientes sulfurosos hacen cesar las contracturas.... En fin, los efectos dinámicos del arsénico, inmediatos á la ingestion de esta sustancia, exigen la nuez vómica, en los fenómenos gástricos, en la postracion de fuerzas y las deposiciones alvinas especiales; el opio juega en la cianosis con adormecimiento paralítico, y la manzanilla en la irritabilidad....
Es fácil formarse una idea exacta de los fenómenos diatésicos del arsénico, teniendo en cuenta su modo de obrar, que ya conocemos en parte, y que debemos continuar esponiendo aun, á pesar de algunas repeticiones, consignando al efecto los siguientes fenómenos: debilidad estraordinaria, agitacion, ansiedad, insomnio, acritud de las secreciones, calor seco quemante, sed, palpitaciones, dolor sordo en el corazon, plétora venosa abdominal, hipocondría, hemorróides, colecciones serosas, dolores quemantes, alivio por el calor, agravacion por la ingestion del agua fria, agravacion por la noche, sudor por la mañana al dormirse, ardor de las deposiciones, estreñimiento ó deposiciones involuntarias, insensibles, diarrea con ardor pronunciado y con quemazon en el ano.
Sin olvido, no habría hueco para las ideas y los sentimientos nuevos. Si no olvidáramos no podríamos vivir, porque en el trabajo digestivo del espíritu no puede haber ingestión sin que haya también eliminación». Me tengo por hombre de seso, y sin embargo, yo me iba derecho al abismo.
Palabra del Dia
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