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Actualizado: 26 de mayo de 2025
Toda esa poblacion de Grindelwald tiene sus habitaciones fijas en el valle, pues á pesar de su altura y de la vecindad de los nevedos está protegido contra muchas borrascas. En el verano cultivan unos los campos, y otros suben á las montañas á cortar maderas ó cuidar los rebaños y fabricar quesos.
No hay negociante retirado, no hay jubilado, ni procurador o abogado en vacaciones que no se considere en el deber de viajar por Suiza para poder decir a su mujer y a sus hijos: «He visto el valle de Lauterbrunnen, el lago de Brienz y el Grindelwald», camino trillado y recorrido por todo el mundo, itinerario tan común en la actualidad, como el de París a Saint-Cloud.
Al frente se ostentaban como dos gigantes el soberbio nevado del Eiger, al S., redondo en su base, y al N.-E. el Mettenberg, teniendo en medio, en la parte baja, la nevera inferior de Grindelwald, que descendía hasta el fondo del valle, y en la parte superior los nevados Viescherhorner, cerrando el horizonte como una fortaleza colosal de cristal ó de plata.
Las campesinas en casi todo el Canton, y las mujeres de las clases subalternas en la capital, se hacen notar por un vestido que no carece de algunas analogías con los que se usan en Holanda, pero que en Suiza es infinitamente mas gracioso. Como los tipos mas elegantes y curiosos los vímos en Interlaken y Grindelwald, reservo la descripcion de esos vestidos nacionales para el capítulo siguiente.
El tipo de las paisanas. El Lütschina. Grindelwald. Las neveras y sus grutas. Escenas sociales. La vida campestre.
Entre las diversas excursiones muy interesantes que se pueden hacer hácia las montañas nevadas, tales como las de Grindelwald, Lauterbrunnen, Kandersteg, etc., escogimos la primera, esperando, no sin razón, encontrar variadas y muy gratas impresiones.
Fuí conducido al hogar de un buen hombre que se ganaba el sustento fabricando cuadros de conchas: habiendo subido por una semiescala hasta un cuartito obscuro, apercibí, encuadrado en la estrecha ventana, aquel panorama trágico, panorama que me sorprendió tanto como en Suiza la vista del ventisquero de Grindelwald tomada asimismo desde una ventana.
Al llegar al onduloso vallecito de Grindelwald la escena cambió notablemente, ofreciéndonos un bello cuadro de contrastes. Detras de nosotros, en la direccion del lago de Brienz, teníamos una formidable barrera de montañas casi desnudas y de aspecto rudo.
Palabra del Dia
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