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Actualizado: 11 de mayo de 2025
El infante D. Fernando, hijo del rey de Mallorca, enviado del rey D. Fadrique, llega á Galípoli para gobernar el ejército en su nombre.
«No basta ser bueno decía para gobernar una diócesis. Ni los poetas sirven para ministros, ni los místicos para Obispos». Esta opinión era la más corriente entre el clero del Obispado. Los señores de la junta carlista creían lo mismo. ¡Jamás habían podido contar para nada con el Obispo! ¿Qué resultaba de aquella excesiva piedad?
Si los principios son fingidos como en los sistemáticos, el remedio es un absoluto desprecio de todas sus opiniones. En este importante asunto de gobernar el entendimiento en las cosas opinables, conviene mas que nunca tener presente el consejo del Apostol: Omnia probate, quod bonum est tenete. De la Crítica.
Maltrana se excusó modestamente. No extrañe usted esta predilección. Uno que habla bien es sabido que sirve para todo... hasta para gobernar pueblos. Y como Fernando no podía darle lo que necesitaba, se alejó en busca de las armas.
Señor de Araceli me dijo después que por un instante meditó ¿y esto para qué es? ¿El Congreso? Sí, eso es; quiero decir que para qué sirve el Congreso. Sirve para gobernar a los pueblos, juntamente con el rey.
De parte de la razon no hay repugnancia, porque del modo que alcanzamos, que el mundo ha sido hecho por Dios, comprehendemos que le hizo libremente, y libremente le puede gobernar; ademas que á las nociones que tenemos de la Omnipotencia corresponden las facultades de mudar el orden establecido en el Universo; y no hay razon alguna que nos dicte, que no puede Dios dar á las partes del mundo otro orden y otras leyes de las que les impuso en su formacion.
Habíanle armado pues de piés á cabeza: llevaba unas armas de oro con esmaltes verdes, un penacho verde, y la lanza colgada con cintas verdes. Por el modo de gobernar Itobad su caballo, se echó luego de ver que no habia destinado el cetro de Babilonia á un hombre como él el cielo.
Es cierto, que los siglos eruditos engendran una casta de semisabios, que introduciéndose en lo mas íntimo de la Religion sin el estudio, é inteligencia competente, quieren dar su voto, y aun reglas para gobernar lo mas sacrosanto de ella.
Prosiguió, pues, don Quijote, y dijo: -En lo que toca a cómo has de gobernar tu persona y casa, Sancho, lo primero que te encargo es que seas limpio, y que te cortes las uñas, sin dejarlas crecer, como algunos hacen, a quien su ignorancia les ha dado a entender que las uñas largas les hermosean las manos, como si aquel escremento y añadidura que se dejan de cortar fuese uña, siendo antes garras de cernícalo lagartijero: puerco y extraordinario abuso.
V. E. no ha sido elegido por el pueblo filipino sino por España, ¡razon de más para que V. E. trate bien á los filipinos para que no puedan reprochar nada á España! ¡Razon de más, mi General! V. E. al venir aquí ha prometido gobernar con justicia, buscar el bien...
Palabra del Dia
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