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Actualizado: 16 de mayo de 2025


Esta escepcion es relativa á ciertas amenorreas eréticas en jóvenes que aun no han contraido el hábito á congestiones venosas, si así podemos espresarnos. Suspendemos aquí el detalle de las indicaciones del acónito en la inmensa tribu de flegmasías febriles, para terminar diciendo algo sobre las hemorragias.

Se ha preconizado infundadamente este medicamento en una multitud de afecciones graves, no solo febriles, sino orgánicas, y hasta en el cáncer. ¿Seria menester, á propósito de un carcinoma, enumerar todos los agentes capaces de modificar ó disipar los síntomas puramente accesorios? Obrar de esta manera, seria estender el uso de la manzanilla, haciéndola salir de su esfera de accion.

»No cuanto tiempo permanecí en mi gabinete aturdida bajo aquel torbellino de pensamientos desquiciados y de visiones febriles, porque no hay medida para los huracanes del espíritu. El infeliz que los padece siente los estragos, pero no estima las horas. Y eso me pasó a .

=Dósis.= Las afecciones febriles exigen las dósis mayores; una ó varias gotas de la tintura ó de la primera y segunda atenuacion. Pero estas dósis son muy fuertes en los casos en que hay fiebre y flegmasía con eretismo.

Pocos estados febriles, como no sea el estado catarral, producen tanta ansiedad, tanta agitacion, tanta irritabilidad; tambien se observan intermitencias en la fiebre con accesos separados por muchos dias, hasta el número de siete.

De vez en cuando se paraba delante del niño y le clavaba una mirada ansiosa, profunda. Abuelo, ¿por qué me miras así?... ¿He sido malo? ¡No, hermoso mío, no! respondió el antropólogo cambiando de expresión y volviendo a su benévola sonrisa habitual. Tornó a pasear, y otra vez se detuvo frente a su nieto y le cogió la cabeza con sus manos trémulas, febriles.

Rumor subterráneo, en mitad de la idílica fiesta, sintió la colonia, y un viento de airada protesta pasó por las frentes su fuego de cálido tul. Plasmaste el anhelo en que espíritus libres se adunan, y entonces, al rojo fulgor del audaz Katipunan, puñales febriles lanzaron su reto al azul...

En mi mano hubo temblores febriles, miedo de no encarnar nunca en las palabras sutiles la voz de mi vida; el miedo de un bebé de cuatro abriles a las brujas y los duendes de los cuentos infantiles. ¿Qué escribir? ¿Qué pensamientos consignar en aquel trozo de papel? ¿Mis ilusiones? ¿La hora triste o la del gozo?

Palabra del Dia

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