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Actualizado: 27 de junio de 2025
Una cuadrilla de indios cantaba una canción semi-salvaje que hacía entonces furor en todas las poblaciones americanas y bailaban una danza desordenada. Todo estaba exactamente reproducido, hasta las pisadas epilépticas de los bailarines y los aullidos de entusiasmo de los espectadores. Ahora, si ustedes quieren, dijo la dueña de la casa, oirán á la Patti y á Mac-Kinley...
Esta incontinencia cede mejor que la de los viejos debida á una causa opuesta y que requiere la nuez vómica. Por otra parte, cuando el elemento nervioso predomina en una afeccion espasmódica cualquiera, son preferibles á belladona, el beleño, la manzanilla, la ignacia. Las afecciones histéricas y epilépticas se modifican felizmente con la belladona.
Y cuando los dolientes, echándola de rumbosos, añadían algunos realejos sobre el precio de tarifa, entonces las doloridas estaban también obligadas a hacer algo de extraordinario, y este algo era acompañar el llanto con patatuses, convulsiones epilépticas y repelones.
«Nos hemos alejado mucho dijo Maximiliano ofreciéndole su brazo . Apóyate y así no cojearás tanto... ¿Sabes lo que pareces así, llevada a remolque?... pues una embarazada fuera de cuenta, que ya no puede dar un paso, y yo parezco el marido que pronto va a ser padre». No pudo menos de hacerla reír esta idea, y recordando que la noche anterior, Maximiliano, en las efusiones epilépticas de su cariño, había hablado algo de sucesión, dijo para su sayo: «De eso sí que estás tú libre».
Las graciosas pollas, en cuya tierna edad tanto valor tenían lo espiritual e imaginativo, no comprendían estas razones prácticas de la experimentada doña Cándida, y todo lo encontraban propio, bonito y adecuado a la doble majestad de la Religión y del Trono... Isabelita Bringas era una niña raquítica, débil, espiritada, y se observaban en ella predisposiciones epilépticas.
Si la trataban con rigor, malo; si con mimos, peor. Ya mujer, pasaba sin transición de las inquietudes epilépticas a una languidez mortecina. Sus melancolías intensas aburrían a las pobres mujeres tanto como sus excitaciones, determinantes de una gran actividad muscular y mental.
Palabra del Dia
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