Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 5 de mayo de 2025
A la izquierda, en una elevada montaña, se alzan las ruinas del antiguo castillo de Falkenstein, destruido, hace doscientos años, por los suecos. Del castillo no queda mas que un montón de escombros erizado de zarzas; un antiguo camino de schlitte , de escalones desgastados, asciende entre los abetos.
En todo el Brasil alcanzan fama de seductoras y de que tienen misteriosas cualidades y encantados lazos con que saben cautivar a los hombres. De San Pablo han salido mujeres que, por su belleza y por otros atractivos, han llegado al pináculo de la fortuna. Arturito, que era muy enamorado, estudió poquísimo e hizo en San Pablo doscientos mil disparates.
Pero el año que viene no venía y en su lugar había otro aumento de cánon; Cabesang Tales se ponía serio y se rascaba la cabeza. El puchero de barro cedía su arroz al caldero. Cuando el cánon ascendió á doscientos pesos, Cabesang Tales no se contentó con rascarse la cabeza ni suspirar: protestó y murmuró.
Sí respondió Catalina como saliendo de un sueño . ¡Cuántas gentes habrán sufrido aquí frío, hambre y miseria! ¿Y quién lo ha sabido? Nadie. Puede ser que, pasados cien, doscientos, trescientos años, vengan otros también a refugiarse a este mismo lugar.
Don Bernardino añadió que era muy fácil asegurar que él, el padre, iba a pagarlos; pero si tenía el muchacho pendiente con el corredor Rocchio una deuda de cincuenta mil nacionales, lo que hacía la suma de doscientos cincuenta mil nacionales por la parte solo de Jacinto. Y, ¿qué vas a hacer, Bernardino? preguntó la señora ansiosamente.
Y éstos, habiendo vuelto el año siguiente á aquella tierra, redujeron á la santa fe doscientos y once, los cuales dieron noticia de otros muchos pueblos que eran confinantes con ellos, como son Merojones, Guijones, Bacusones, Betaminis, Aripayres, Zipes, Tades, Guarayos, Subarecas, Paricis y otros muchos.
No habia más. Segun nuestro modo de ver las cosas, nos habian escamoteado dos sopas, dos platos de carne, dos de legumbres y dos postres, ó sea las dos terceras partes de la comida: ¡otra vez el doscientos por ciento! Mi mujer queria á todo trance que pidiera alguna explicacion sobre el hecho, haciéndolo cuestion de energía española; pero yo miré el asunto de otro modo.
El sultán hubiera podido también lanzar contra la ciudad la caballería selecta de los guardias de su persona, que eran cerca de doscientos, y ocho terribles elefantes para la pelea y dirigidos por hábiles cornacas negros. Esto fue lo primero que logró evitarse merced a un dichoso golpe de mano.
Esto sin contar gran número de partiditas de doscientos, cien y cincuenta hombres, que merodean por diversos lugares de esta región.
Y para mayor admiración debe ponderarse, que los años anteriores a éste se habían celebrado en esta ciudad dos Autos Generales, el uno a 2 de Abril de 1645, y el otro más vecino a 13 de Enero de 1675, sacando en el primero quince penitentes por varios crímenes, con cuatro más, relajados en estátua; y en el postrero veinte y cuatro reos, con otros seis en estátua, uno relajado en persona, quemado vivo por obstinado y pertinaz; sin embargo, ni en uno ni en otro Auto salió más que un judío, y este forastero, matritense, que fue el que murió en las llamas; siendo así que de los doscientos y doce que se reconciliaron el año 1679, los más, si no todos, como después confesaron ellos propios, eran ya muy de atrás judaizantes.
Palabra del Dia
Otros Mirando