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Actualizado: 18 de mayo de 2025


Las comedias de los antiguos maestros, por despreciados que fuesen de los críticos, no desaparecieron nunca por completo de la escena, representándose sin interrupción desde Lope de Vega hasta nuestros días.

La comedia española renuncia por completo á los preceptos dramáticos de los antiguos, ó más bien dicho, á las reglas señaladas por críticos sin juicio al drama clásico.

En 1916, los críticos germanófilos llegaron a entrar en Verdun, en el propio Verdun, y si luego abandonaron la plaza, fue, sencillamente, porque el kronprinz no los siguió, y los pobres se encontraron allí solos, sin contacto ninguno con el ejército alemán...

Son tan artificiosos los defectillos ligeros que puede notarle la escrupulosa melancolía de los críticos, que debo juzgar que los puso para mayor hermosura, por habilidades los deslices. »Para todos los accidentes humanos suministran las comedias de D. Pedro ejemplos, y es tan discreta la medicina, que dejan, por lograrla, ambiciosa la llaga.

De estos asientos, á los cuales se daba antes el título honorífico de doctos desvanes, provenían los juicios críticos, á que los poetas atribuían mayor importancia, por la fama de entendidos que tenían los que concurrían á ellos con frecuencia.

Del Arte nuevo de hacer comedias, defensa tímida de su teatro en la que no sale aún del terreno de pedir perdón por sus muchas faltas, dice así el señor Menéndez y Pelayo, en el tomo III de la Historia de las ideas estéticas, y en tales palabras puede darse por resumido el problema de la posición de Lope en esta cuestión, sobre todo antes de los años de su vejez: "El Arte nuevo de hacer comedias de Lope de Vega, tan traído y llevado por los críticos, hasta el extremo de haberse convertido algunos de sus versos en proverbios, ha parecido a muchos una especie de enigma o acertijo, siendo, como es, su sentido claro y llano para todo el que no le considere aisladamente sino poniéndole en relación con las demás obras de su autor y con el sentido estético que predomina en ellas.

Singular sería que siendo Shakspeare tan adorado entre los extraños, lo fuese menos entre los propios; entre los ingleses, que son tan patriotas. En Inglaterra ha tenido el gran dramático multitud de biógrafos, críticos, comentadores y panegiristas. Los que en España han escrito sobre Cervantes son en número cortísimo comparados con los que en Inglaterra han escrito sobre Shakspeare.

Sin embargo, he escrito otras y con ellas volveré a Madrid; son éstas que aquí traigo... El viejo comienza la lectura. A ratos se detiene un momento; saca su pañuelo doblado, lo pasa por la nariz y pregunta: ¿Usted cree que esta escena está bien preparada? Azorín tiene, como no podía ser menos, su estética teatral, que algunos críticos han encontrado exagerada.

Aun a los críticos más adustos que consideraron El buey suelto como una caída, parecieron admirables algunas porciones del Don Gonzalo, publicado al año siguiente. Si como novela se la considera, puede tachársela de acción escasa, aunque tiene la que basta y sobra para mover unas cuantas figuras, principal, si no único, propósito del libro.

Luego, dentro de otros veinte años, los críticos y los historiadores pondrán en su punto las cosas; es decir, en un nivel que ni sea los ditirambos de los viejos ni las diatribas de los jóvenes... Pero ese trabajo podrán hacerlo porque ya recibirán, hecha por los jóvenes, la mitad de la labor; es decir, que ya se encontrará destruida esa obra de frívolas consagraciones que los viejos han construido.

Palabra del Dia

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