Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 22 de junio de 2025
Corrigiendo las pruebas de tanto libro religioso notaba Gabriel el profundo respeto que aquella ciencia despreciada infundía a los buenos abates franceses, de cultura muy superior a la de los canónigos de allá abajo.
En 2003, unas 250 o 300 voluntarios trabajaban cada día produciendo a diario un total de entre 2.500 y 3.000 páginas, o sea dos páginas por minuto. En 2004, un promedio de 300-400 voluntarios participaba a diario, corrigiendo entre 4.000 y 7.000 páginas al día, o sea el equivalente de cuatro páginas por minuto.
Debe notarse, la verdad ante todo, que desde que empezó el noviazgo de Antoñito con la hija de la sastra, se fue corrigiendo de sus mañas rapaces, hasta que se le vio completamente curado de ellas.
Por fortuna estos excesos se fueron corrigiendo según avanzaron los ensayos; el primer actor sacó al fin las manos de los bolsillos; la primera dama cesó de engullir bombones y se alzó de la butaca; el barba deshizo el embozo de la capa. Sólo el galán joven persistió cínicamente en hablar al oído a la dama joven y en provocar su risa y en reír él mismo de haberla provocado.
Tratándose de obras anteriores, ha de preferirse siempre el resultado de nuestros estudios é investigaciones personales, corrigiendo siempre que sea posible los errores antiguos; pero nunca es lícito querer pasar plaza de original á costa de la verdad, y, por tanto, no se puede menos de repetir algo de lo que otros han dicho, si era verdad lo que dijeron.
Te creía contento y feliz en la imprenta de Barcelona, corrigiendo libros, con aquel sueldazo que era una fortuna comparado con lo que aquí ganamos. Algo me escamaba leer tu nombre con tanta frecuencia en los periódicos, unido a esos metinges en los que se pide el reparto de todo, la muerte de la religión y la familia, y qué sé yo cuántos disparates más.
No te desanimes, Juanillo agregó del Laurel. Recuerda que Flaubert rompió a Maupassant más de 125 manuscritos, antes de darle su aprobación al primero que publicara. Corrigiendo una y mil veces su estilo, decía: «La prosa nunca está concluida».
¡Oh!, sí, señora. ¡D. Diego es tan bueno...! Y nos trata como si fuéramos todos iguales. ¡Como si fuerais iguales! exclamó doña María con ligeras muestras de enfado. No..., vamos al decir... indiqué corrigiendo mi lapsus . D. Diego es un caballero, y nosotros unos badulaques..., quiero decir que nos trataba sin tiranía... ¡Pobre D. Diego!
No, por antigüedad; es un amigo más antiguo que usted respondió la joven con vivacidad, aunque corrigiendo con una sonrisa lo que esta respuesta tenía de desagradable... ...¡Después la cacería!
Desde hace más de tres meses que arreció el trabajo, vienes casi todas las noches a buscarme, y para una vez que consigo acabar temprano y podemos ir un rato al café o a dar vueltas charlando por las calles, lo general es que tengas que quedarte allí conmigo corrigiendo galeradas. Al principio no sabías lo que te pescabas, lo que tú corregías tenía yo que volver a mirarlo.
Palabra del Dia
Otros Mirando