Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 1 de junio de 2025


En fin, a él lo enterraron y quedáronse las dos mujeres cual es de suponer en los primeros momentos: aturdidas, maravilladas de ver cómo «se va uno al otro mundo». Desequilibrio económico no lo hubo, porque Amparo, indultada, había vuelto a la Fábrica, y Chinto, trabajando como un mulo porfiado que era, ganaba lo mismo que antes y traía fielmente la colecta todas las noches según costumbre, con la diferencia de que ni recogía ni reclamaba su mezquino sueldo.

Acertó un día Chinto a volver unas miajas más tarde de lo acostumbrado, y acercose a la cama de la tullida para vaciar sus faltriqueras, donde danzaban los cuartos de la colecta diaria. Encontrábase allí Amparo, y le dio al punto en la nariz un desusado tufillo.

Jamás produjo tanto la colecta para la procesión del Santo Entierro y novena de los Dolores; y por último, en ocasión alguna tuvo el numen protector de la Fábrica, la Virgen del Amparo, tantas ofertas, culto y limosnas, sin que por eso quedase olvidada su rival Nuestra Señora de la Guardia, estrella de los mares, patrona de los navegantes por la bravía costa.

Además, no es gran cosa lo que le pido a usted: un ataúd largo costará unos tres rublos más que un ataúd corto. Ya he sacado la cuenta. Pero es preciso que alguien se cuide de eso. ¿Usted me lo promete? ¡, señora! Cuente usted conmigo. Haré una colecta entre los enfermos y se le construirá a usted un mausoleo en el cementerio. Muy bien. Un mausoleo; me parece muy bien.

La piedad religiosa pareció acuñarse para sus manos: lo más elegante y rico de la Corte les otorgó su apoyo. No había por aquel tiempo mujer devota ni dama encopetada que dejara de visitarlas. Dos hermanitas venían diariamente a Madrid a recoger ofrendas, y como tenían la colecta admirablemente organizada por distritos y barrios, se presentaban en palacios y casas a hora conveniente.

Cuando ya no cupo duda de que Egor Timofeievich Pomerantzev, el subjefe de la oficina de Administración local, había perdido definitivamente la razón, se hizo en su favor una colecta, que produjo una suma bastante importante, y se le recluyó en una clínica psiquiátrica privada.

Días pasados vinieron a verla varias señoras, para pedirle que formara parte de una comisión de beneficencia. No lo consiguieron. A , el año pasado, me dejaron una alcancía para la colecta del 2 de Octubre. Has de creer que no tuve ocasión de pedirle su contribución a nadie.

58 Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es vano. 1 En cuanto a la colecta para los santos, haced vosotros también de la manera que ordené en las Iglesias de Galacia. 3 Y cuando hubiere llegado, los que aprobareis por cartas, a éstos enviaré que lleven vuestro donativo a Jerusalén.

26 Porque los de Macedonia y Acaya tuvieron por bien hacer una colecta para los pobres de los santos que están en Jerusalén. 28 Así que, cuando hubiere concluido esto, y les hubiere consignado este fruto, pasaré a vosotros a España. 29 Porque que cuando llegue a vosotros, llegaré en la plenitud de la bendición del Cristo.

Una costumbre inmemorial en La Rioja hacía que los ganados mostrencos, o no marcados a cierta edad, perteneciesen de derecho al fisco, que mandaba sus agentes a recoger estas espigas perdidas, y sacaba de la colecta una renta no despreciable, si bien se hacía intolerable para los estancieros.

Palabra del Dia

irrascible

Otros Mirando