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Las colecciones llegaron a unos 1.000 libros en agosto de 1997, 2.000 libros en mayo de 1999, 3.000 libros en diciembre de 2000, y hasta 4.000 libros en octubre de 2001. "Nosotros consideramos el texto electrónico como un nuevo medio de comunicación, que no tiene verdadera relación con el papel, explicó Michael en agosto de 1998.

«Reconocemos que el señor de Orbigny ha tenido un acierto completo en los espaciosos límites de su mision, de una manera tan importante para nuestras colecciones como para la ciencia mismaBOTÁNICA. Relator, el Sr. Adolphe Brongniart.

Había hablado la Regenta de ansiedades invencibles, del anhelo de volar más allá de las estrechas paredes de su caserón, de sentir más, con más fuerza, de vivir para algo más que para vegetar como otras; había hablado también de un amor universal, que no era ridículo por más que se burlasen de él los que no lo comprendían... había llegado a decir que sería hipócrita si aseguraba que bastaba para colmar los anhelos que sentía el cariño suave, frío, prosaico, distraído de Quintanar, entregado a sus comedias, a sus colecciones, a su amigo Frígilis y a su escopeta....

Aunque notable tambien por su conjunto, el palacio de la Universidad lo es mas por su excelente distribucion interior y la magnificencia de su rotunda Ademas de lo que corresponde especialmente á la Universidad y á varias escuelas anexas, el edificio contiene un buen museo de historia natural y algunas colecciones numismáticas y de antigüedades que no carecen de mérito.

Acerca de las antiguas colecciones de dramas españoles, poseemos un tratado, de mucho mérito, de los barones de Münch-Belling-Hausen.

Las innumerables composiciones líricas, insertas en diversas colecciones, contienen, como todas sus obras, muchos rasgos notables al lado de muchos medianos. En el año 1609 había concluído su Jerusalén conquistada, deseoso de rivalizar con el Tasso, como antes quiso rivalizar en su Angélica con Ariosto.

Era forzoso pedir datos a los olvidados anales de las costumbres y aun de los trajes, a todo eso que la tradición no sabe defender de las revoluciones de la moda, y que se pierde en la marejada del tiempo, dejando rastro muy débil en los archivos del Estado. Era indispensable pedir también auxilio a la literatura anecdótica y personal, como Memorias y colecciones epistolares.

Por un momento creyó haber encontrado el medio de apartarle de tal existencia. Los parientes de Berlín visitaron á los Desnoyers en su castillo de Villeblanche. Karl von Hartrott apreció con bondadosa superioridad las colecciones ricas y un tanto disparatadas de su cuñado. No estaban mal: reconocía cierto cachet á la casa de París y al castillo.

Pasé inmediatamente á París, en donde me apresuré á someter al juicio del Instituto un álbum de mas de quinientas planchas iluminadas, que habia yo dibujado en aquellos lugares, copiando de la misma naturaleza; gran número de manuscritos; é inmensas colecciones geológicas, zoológicas y botánicas.

Los celos de Rodamonte, del Dr. Mira de Mescua. La bienaventurada madre Santa Teresa de Jesús, de Luis Vélez de Guevara. El cerco de Tremecén, de Guillén de Castro. El espejo del mundo, de Luis Vélez de Guevara. Tragedia famosa de Doña Inés de Castro, del licenciado Mexía de la Cerda. Casi más raras que las antiguas colecciones de comedias son las de entremeses.