Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 28 de julio de 2025


Sospechó el P. Lucas que algunos ocultamente no observaban éste su orden, haciendo y celebrando los funerales y exequias con los ritos y ceremonias del gentilismo: y para cogerlos in fraganti, puso algunos que los espiasen. Dentro de poco murió una mujer y luego determinaron los infieles hacerle el entierro á su usanza.

Ellas lo aprueban, y la afortunada da su mano al Príncipe; para dejar á la otra satisfecha se presenta un hermano de Rosbel, que ha peregrinado largo tiempo por el mundo, buscando á su perdido hermano, y extrañando sobremanera encontrarlo vestido con tan humilde traje: ofrece, pues, su mano á la segunda hermana, y se termina la comedia, celebrando el viudo una fiesta con música y baile para solemnizar el casamiento de sus hijas con dos príncipes.

El Vizconde tuvo el buen gusto de acomodarse a las circunstancias e hizo bien el papel de confidente y amigo. Así el coloquio duró aún más de una hora. Rafaela volvió a hablar de su pena, de su aspiración no cumplida de amor verdadero y de la desesperanza que de este amor tenía, celebrando y llorando a la vez por ello la partida de Juan Maury.

Soltáronse del brazo y saltaron la falla, uno tras otro, con una agilidad inesperada y ademanes tan grotescos, que los municipales reían y hasta el desconsolado poeta dejó de mirar al balcón. El cafetinero y sus vecinos estaban en las puertas, celebrando aquel espectáculo grotesco e inesperado.

¡Que usted no estaba aquí y ahora está! ¡Me había alarmado, caramba! Celebrando la ocurrencia de Baldomero se repitió la presentación de los huéspedes y el grupo se dirigió hacia el gran break de la estancia que se encontraba al otro extremo del andén. Al recorrer éste, Melchor fue objeto de las más afectuosas demostraciones: ¡Don Melchor! ¡cuánto gusto!... ¡Don Melchor!... ¡qué alegría!...

Todo el vecindario de Torresalinas se reía á aquellas horas, celebrando el chasco, y aun hubiera reído más, viendo, como yo, la cara que ponía aquella gente al encontrar por todo cargamento unos cuantos bultos de tabaco malo. ¿Y qué pasó después? pregunté al viejo. ¿No castigaron á nadie? ¿Á quién? Únicamente podían castigar al pobre Socarrao, que quedó prisionero.

855 Martín Fierro y sus dos hijos, entre tanta concurrencia, siguieron con alegría celebrando aquella fiesta. Diez años, los más terribles, había durado la ausencia, y al hallarse nuevamente era su alegría completa. En ese mesmo momento uno que vino de ajuera, a tomar parte con ellos suplicó aue lo almitieran.

Sentimos en torno nuestro el alma del mundo y el batir gigantesco de sus alas, y oímos los harmoniosos concentos de los soles, nuevamente creados, celebrando á su Hacedor al empezar su carrera, y anunciando las glorias del Eterno.

Todo el vecindario de Torresalinas se reía a aquellas horas, celebrando el chasco, y aún hubiera reído más, viendo, como yo, la cara que ponía aquella gente al encontrar por todo cargamento unos cuantos bultos de tabaco malo. ¿Y qué pasó después? pregunté al viejo . ¿No castigaron a nadie? ¿A quién? Únicamente podían castigar al pobre Socarrao, que quedó prisionero.

Me deslicé por la escalera arriba ya tarde. Tengo las llaves, y abrí; entré y me escondí en mi cuarto. Aun no habían vuelto ellas de la tertulia donde van todas las noches; donde va también el hombre que me mata. Las llegar, las reír, celebrando los chistes de ese hombre.

Palabra del Dia

buque

Otros Mirando