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Hay otra porcion numerosa de indígenas, cuya ocupacion consiste en conducir las tropas de llamas, con las cuales trasportan los artículos, ya de importacion, como producciones naturales de los otros puntos de la provincia, ya de esportacion como la quina, etc. La poblacion de Pelechuco, unida con la de Suches y la de los lugarejos adyacentes, es de dos mil quinientas almas poco mas ó ménos.

Mas al fin, como todo se arregla en este mundo menos la muerte, las señoritas de Ciudad con sus adyacentes quedaron bien empaquetadas en una embarcación destinada a la pesca, y el patrón de la Sanidad pudo dar señal de marcha. Los doce remos de las falúas empezaron a caer acompasadamente en el agua con chapoteo lánguido, como brazos que se esperezan.

Los balcones y puertas estaban adornados con centenares de banderitas rojas y amarillas, que daban a la plazuela el aspecto de un buque empavesado; y este derroche de ondeante percalia extendíase por las calles adyacentes.

Desde que Celinina cayó enferma, sintió el afán de las poéticas fiestas que más alegran á los niños: las fiestas de Navidad. Algunos se creen capaces, con la mayor ingenuidad, de embuchar en sus estómagos cuanto ostentan la Plaza Mayor y calles adyacentes.

Acercáronse dos de Orden público, a los cuales el de la ronda mandó que la llevaran a San Bernardino, juntamente con toda la demás pobretería de ambos sexos que en la tal calle y callejones adyacentes encontraran. Aún trató Benina de ganar la voluntad de los guardias, mostrándose sumisa en su viva aflicción. Suplicó, lloró amargamente; mas lágrimas y ruegos fueron inútiles.

Muchos Estados de Europa y América están representados en Bayona por vice-consules ó agentes comerciales; y la ciudad no solo es un centro de importaciones y exportaciones considerables, sino tambien de la produccion fabril mas valiosa en el departamento de los Bajos-Pirineos y los adyacentes.

Estos cuartos los ocupaban mujeres de vida airada, que eran como la crema de aquel mundo de vicio, cuyo centro era la famosa calle del Temple, y que extendía sus brazos a las adyacentes, teniendo como encerrado entre ellos el corazón de la ciudad. El café debía ser una mina de plata.

La plaza estaba llena; las calles adyacentes seguían vomitando nuevas muchedumbres, y iodos cabían a fuerza de codazos y empujones, como si fuesen elásticas las paredes de las casas. En torno de la falla agitábase un oleaje de relamidos peinados, de gorras con visera amarilla y de blusas blancas.

Apenas se observa turgencia en la mucosa de los órganos génito-urinarios. Su estado, bajo la influencia de este medicamento, es la astenia con ó sin obstruccion de la mucosa. Las mismas disposiciones presentan los órganos de las funciones sexuales y partes adyacentes.

Nada mas de notable contiene este templo: tiene dos puertas, una que da a la plaza que lleva su nombre, y otra al Palacio Episcopal, edificio formado y estendido con otros adyacentes, y en el que nada llama la atención del artista ni del curioso, si se esceptua su patio compuesto de un intercolumnio jónico labrado con buen gusto.