Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 16 de mayo de 2025
Supongamos que Ana consentía en hablar con don Álvaro a solas, ¿dónde podía ser? ¿En casa del Regente? Imposible, pensaba el seductor; esto ya sería una traición formal, de las que asustan más a las mujeres; semejantes enredos no podía admitirlos la Regenta: por lo menos al principio.
No habría sido incómoda su compañía si las travesuras juveniles no hubieran desazonado á los demás cofrades hasta el punto de no querer admitirlos en ninguna, por lo que se unieron á los mulatos, pues hasta los negros esquivaban la compañía de los estudiantes que al fin dejaron de salir, pues su memoria solo llega al año 1727 en que salieron de la iglesia de los Clérigos Menores el Jueves Santo en la tarde.»
No considerándose aún desagraviada Isidora con estos regalitos, negose a admitirlos; pero Mariano se abalanzó al plato más pronto que la vista, y arrebatando el turrón, empezó a engullir con tanta prisa, que no pudo su hermana evitarlo. «¡Malcriado..., glotón! le dijo cuando otra vez se quedaron solos . ¿No has comido ya bastante?». Mariano negó con la cabeza, por no poder hacerlo con la boca.
Es verdad que no profesan la nuestra; pero tienen otra que para ellos es tan buena, y leyes, educación ... y conciencia, como nosotros.... ¿Sería usted capaz de admitirlos en su casa? Lo que le aseguro á usted es que por el solo motivo de ser ingleses no los rechazaría. Pues no es esa la opinión general de Santander. Ya lo sé, y lo lamento.
Una sociedad civilizada no puede admitirlos porque se oponen abiertamente a las leyes de la selección y de la lucha por la existencia, que se cumplen en el organismo social como en los inferiores. En esta lucha los débiles deben perecer: así es conveniente para el progreso de la especie.
Son conocidos sus antecedentes y los patronos no se muestran muy aficionados a admitirlos. Sus compañeros de taller los desprecian. Si tienen dinero y se establecen por su cuenta, no encuentran obreros. ¿Se les reconoce, pues? ¿De qué modo? ¿Si alguno quisiera entrar a mi servicio, cómo podría yo saber quién era? No tenga usted cuidado.
Entre estos hay conformidad en admitirlos: los Sectarios están tantos á tantos, afirmando los unos y negando los otros.
Todos los días enviaba á las oficinas encargadas del socorro de los prisioneros grandes paquetes de víveres destinados á su hijo. Al final se negaban á admitirlos. No podía ocuparse el servicio únicamente en socorrer á un simple protegido de la duquesa de Delille. Había miles y miles de hombres que estaban en su misma situación.
-No muchos -respondió don Quijote-; y no porque no lo merezcan, sino que no quieren admitirlos, por no obligarse a la satisfación que parece se debe al trabajo y cortesía de sus autores.
Palabra del Dia
Otros Mirando