Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 7 de junio de 2025
Sentada en seguida en las rodillas de Dolly la niñita comenzó a jugar con los pies, a acariciarse las manitas o a golpearlas la una contra la otra, pareciendo haber hecho varios descubrimientos en sí misma que expresaba por medio de sonidos alternados el «gug, gug, gag» y de «ma-ma», no era el grito de la necesidad ni el del malestar.
A veces, al oír el nombre de cualquier testigo, hacía un gesto, examinaba con mirada hostil al declarante y empezaba de nuevo a acariciarse el bigote. Su abogado, un joven también, bostezaba de vez en cuando, tapándose la boca con la mano, y miraba por la ventana caer, en gruesos copos, la nieve.
Juanillo miró a del Laurel, ansioso de que contradijera a Aristarco; pero del Laurel estaba en ese momento bastante ocupado en acariciarse la melena... Desalentado, con la muerte en el alma, Juanillo se retiró entonces a su casa. Por el camino compró seis cajas de fósforos, resuelto a desleír el veneno en algún vinillo dulce, para que no resultase el mortal brebaje demasiado feo...
Juntos todos los amantes famosos, no encontrarían las inflexiones de ternura de aquellos instrumentos que parecen acariciarse. Oyéndolo, pensaba en esos techos pintados al fresco con figuras mitológicas. Veía desnudeces, carnes jugosas de suaves curvas, algo así como Apolo y Venus requebrándose sobre un montón de nubes de color de rosa a la luz de oro del amanecer.
Y esto es fatal; es el mismo instinto que nos hace cobrar amor a un objeto que hemos usado durante años, un reloj, una petaca, una cartera, un bastón... El maestro calla. Y de pronto don Víctor ¡oh pasmo! cesa de acariciarse sus patillas, abre la boca y exclama: ¡Yo tenía un bastón!
Desapareció el criado, considerando inoportuna su presencia, y poco después se vieron sentados y fumando. Cruzaban miradas afectuosas é interrumpían sus palabras para estrecharse las manos ó acariciarse las rodillas con vigorosas palmadas. La curiosidad del marqués, después de tantos años de ausencia, fué más viva que la del recién llegado. ¿Vienes por mucho tiempo á París? preguntó á Robledo.
Palabra del Dia
Otros Mirando