United States or Honduras ? Vote for the TOP Country of the Week !


Alí-Pachá, que combatía como un león irritado con trescientos genízaros, cayó al fin por una pelota de arcabuz que en la frente le hirió. Arrojáronse sobre él los castellanos, y un soldado cortole la cabeza, y en la punta de una pica la puso, como guión sangriento y horrible señal de la victoria. Ya gran número de navíos infieles ardían y se hundían con pavoroso estrago en las ondas.

Con no menor saña se embistieron las galeras de don Juan de Austria y de Alí-Pachá, y ya el combate se extendió por toda la línea, sin haber galera que no combatiese. Se levantó el viento favorable a los cristianos, y como ya se ha dicho, un infierno terrible, que no otra cosa parecía la pelea, que todos peleaban como si hubieran sido inmortales. Apretada se veía la Real de don Juan de Austria.

Cargaban sobre ella con sus genízaros los dos bajaes Alí-Pachá y Pertew, y a no acudir en su socorro de la capitana el marqués de Santa Cruz, Dios sólo sabe si aquel día hubiera perecido a manos de infieles el gran don Juan de Austria. Rayo parecía la espada del marqués de Santa Cruz, que firme en la crujía de su capitana con sus arcabuceros españoles, rechazaba una y otra embestida.

Comandaba su cuerno derecho Mahomet Ciroko, virey de Alejandría; el dey de Argel, Aluch-Alí, comandaba el izquierdo, y el bajá Alí-Pachá se mostraba en el centro de la batalla con un gran número de naves, y otra formidable escuadra formaba a retaguardia. En media luna avanzaban la una contra la otra las dos formidables flotas.