Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 3 de junio de 2025
Y sy V. Ex.^a mandare que yo vaya a hazer la salua, yo yré. De V. Ex.^a muy humilde y obligado seruidor. Ant. Perez. Bibl. Nac. de París, Fr., 3.652, fol. 37. Colección Morel Fatio, núm. XLVII. Pone por nota esta oportuna y curiosa referencia, tomada de una carta dirigida en 1596 desde St. Omer á D. Pedro Espíndola, en Madrid.
Haré, también, algunas averiguaciones, y me cercioraré por qué medios se pueden poner estas cifras en un inglés comprensible. Pensé en ese momento en un señor Bayle, profesor de un colegio preparatorio situado en Leicester, que era un verdadero perito en estas cuestiones de cifras, claves y anagramas, y resolví no perder tiempo en ir allí y conocer su opinión. A mediodía tomé el tren en St.
La duquesa sonrió, perdonó y se echó un amante. Los grandes señores, como el duque de Biétry, los hombres de Estado como el barón de F..., los grandes millonarios como el diminuto señor St..., y los simples notarios como el héroe de esta historia, codeábanse en el templo de la danza y entre los bastidores del teatro.
Los maravillosos árboles, el delicioso lago con su sábana de agua plateada, todos los encantos y bellezas de los paisajes rurales ingleses, y luego esa sensación que se experimenta al darse cuenta de que lo rodean los grandes palacios, departamentos y oficinas del gobierno de nuestro gran imperio; o, en otras palabras, ese silencio de que se goza en su seno entremezclado con la vida exterior febril y tumultuosa, hacen que el parque de St.
Por Piccadilly nos encaminamos a la esquina de Hyde Park, y luego, dando vueltas a Constitution Hill, tomamos por la Pall Mall. Una vez aquí, apoderose de mí el vehemente deseo de descansar un rato y gozar del aire de St.
La travesía es larga, pues de St.-Nazaire a la Point-
La maldad, existente en sí y para sí, la ha personificado Calderón en el demonio con singular maestría, principalmente con el objeto de que, bajo esta forma, se revele poco á poco á San Cipriano.» K. Rosenkranz. Las leyendas más completas de El purgatorio de San Patricio, se encuentran reunidas en Th. Wright, St.
James Park; por lo tanto bajamos del coche, pagamos el pasaje al conductor, y apoyado en el brazo de Reginaldo, lentamente emprendimos la marcha por las enarenadas sendas del paseo hasta que encontramos un asiento conveniente. El esplendor y la belleza de St. James Park, aun en un día de abril, constituyen siempre un goce para los verdaderos londinenses.
Somos aves de paso, y por mi parte, lamento no tener un par de días que dedicar a Nantes; pero, como no he hecho sino cruzarlo, desisto de ir a pedir fastidiosos datos a una guía cualquiera y me apresuro a llegar al antipático puerto de St.-Nazaire, la Guayra francesa, como le llamó el secretario cuando hubo conocido el símil en las costas del mar Caribe.
Palabra del Dia
Otros Mirando