Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 9 de junio de 2025
Y no quejándome yo ni de la naturaleza, ni del orden social tal como los hombres han ido disponiéndole, muchísimo menos puedo quejarme de la divina providencia, que acato, adoro y bendigo. Apenas hay objeto que no vea yo de color de rosa, y siempre que se ennegrece, me culpo a mí y a nadie culpo.
Yo todavía me estaba debajo de la cama quejándome como perro cogido entre puertas, tan encogido que parecía galgo con calambre. Hicieron los otros que cerraban la puerta, y yo entonces salí de donde estaba y subíme a mi cama, preguntando si acaso les habían hecho mal. Todos se quejaban de muerte.
Verdad que tampoco le miraba yo derechamente cuando le preguntaba alguna cosa, porque más que en él, llevaba puesta la atención en los detalles del paisaje y en el arrastrado vientecillo que me iba poniendo las orejas encarnadas. Quejándome de ello una vez y mostrando recelos de que lloviera al cabo.
Mi tío y Juno, que tenían pasión por el monte San Miguel, me lo hicieron conocer con fruición; y en cuanto a mi, tras de no importárseme mucho el arte arquitectónico, miraba todo a través del sombrío velo de mi mal humor positivamente insoportable. ¡Cómo cansa el trepar por tantos escalones! decía yo, quejándome a cada paso. No son más que seiscientos, prima. ¡Oh! entonces me quedo aquí.
¡Qué quieres, hijo! respondió, ruborizándose a su vez . Bien me apetesió...; pero la honrilla..., la negra honrilla..., ¿sabes?... «No vaya a creerse ese tío lila dije para mí que le estoy asechando los pasos.» Pues no te lo perdono. ¿Qué no me lo perdonas? dijo, propinándome un soberano pellizco en el brazo. No repetí, riendo y quejándome al mismo tiempo.
Vino mi amo y como me halló durmiendo y no sabía la asquerosa aventura, enojóse y comenzó a darme repelones con tanta prisa, que a dos más, despierto calvo. Levantéme dando voces y quejándome, y él, con más cólera, dijo: ¿Es buen modo de servir ése, Pablos? Ya es otra vida. Yo, cuando oí decir «otra vida», entendí que era ya muerto, y dije: -Bien me anima V. Md. en mis trabajos.
Palabra del Dia
Otros Mirando