Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 2 de junio de 2025
Pasaban por entre los lingotes al rojo blanco con la tranquilidad de la costumbre. El más ligero roce con aquellos infernales panes de azúcar, convertía instantáneamente la carne en humo, dejando el hueso al descubierto.
El porquero, que vio que el otro se le caía encima, levantóse, y alzando el instrumento de hueso, le dio con él una trompetada. Mi tío, que estaba más en su juicio, decía que quién había traído a su casa tantos clérigos. Yo, que vi que ya en suma multiplicaban, metí en paz la brega. Eché a mi tío en la cama, el cual hizo cortesía a un velador de palo que tenía, pensando que era convidado.
16 Y cualquiera que tocare un muerto a cuchillo sobre la faz del campo, o un cadáver, o un hueso humano, o un sepulcro, siete días será inmundo.
BERGANZA. Y aun de mí, que desde que tuve fuerzas para roer un hueso, tuve deseo de hablar, para decir cosas que depositaba en la memoria, y allí, de antiguas y muchas, o se enmohecían o se me olvidaban.
Cuando ya debía de estar en su casa el temerario, alguno de los que quedaban, decía de repente: Como ese otro.... Y todos sabían que aquel gesto de señalar a la puerta y tales palabras significaban: ¡Fuego graneado! Y no le quedaba hueso sano a ese otro. El Arcipreste no era de los que menos murmuraban.
¡A otro perro con ese hueso! -respondió el ventero-. ¡Como si yo no supiese cuántas son cinco y adónde me aprieta el zapato!
No hay tal unidad en la vida psíquica de ninguna persona real, de carne y hueso, con su espíritu complejo, ondulante y variable, con sus pasiones en lucha consigo mismas y con las pasiones, anhelos y deseos de los demás.
Es joven, está en su casa, no ha matado a nadie, y... a las dos le espera Cristeta; no en forma de impalpable fantasma ni de fría escultura, sino en carne y hueso, amante y cariñosa. Entonces, sacudiendo el sopor morboso de la pesadilla, mira en torno.
Donde quiera se ven tiendas ó pequeños museos de objetos de arte en mármol, granito, madera, hueso, etc., y muestras de la flora, la fauna y la geología de aquellas montañas, que los viajeros compran por curiosidad y por llevar recuerdos de sus excursiones.
Pero mándenme, y ya verán cuán viejo era mi deseo de apretar esas manos fundadoras». En Cayo Hueso hubo indecisión sobre si debía o no llamársele. Pero por fin, y por acuerdo del Club «Patria y Libertad», se le llamó.
Palabra del Dia
Otros Mirando