United States or Marshall Islands ? Vote for the TOP Country of the Week !


Las querellas de Ocampos y Dávilas forman toda la historia culta de La Rioja. Ambas familias, antiguas, ricas, tituladas, se disputan el poder largo tiempo, dividen la población en bandos, como los güelfos y gibelinos, aun mucho antes de la revolución de la independencia.

Recordaban aquellas enormes fábricas de madera pintada, con su lanza semejante a un mástil de buque y sus ruedas cual piedras de molino, las carrozas sagradas de los ídolos indios o los carromatos simbólicos que güelfos y gibelinos llevaban a sus combates. La gente pasaba revista con una curiosidad no exenta de ternura a la fila de rocas, como si su presencia despertara gratos recuerdos.

Los güelfos y gibelinos de Génova se disputaban el dominio de su castillo, hasta que un Grimaldi disfrazado de monje entraba por sorpresa en su recinto, abriendo las puertas á sus amigos y haciendo para siempre del antiguo Puerto Hércules una propiedad de su familia. Ese fraile, espada en mano continuó don Marcos , es el que figura á ambos lados del escudo de Mónaco.

Pero con la lucha política entre güelfos y gibelinos, entre los del Saloncillo y los del Camarote, todo se había huído. Cada cual se encerraba en su casa. Sólo se veía por la calle tal cual empedernido máscara haciendo las delicias de un enjambre de chiquillos que le seguían. Los esfuerzos titánicos de don Mateo no habían bastado tampoco a prestar animación a los bailes del Liceo.

Instituida esta solemnidad por el Pontífice Urbano IV en 1264 para toda la cristiandad, no fué acogida en sus principios, con todo el amor que era de esperar á causa de la gran división que perturbaba la Italia de güelfos y gibelinos, pero en el Concilio general de Viena celebrado en 1311 bajo Clemente V, fué confirmada la Bula de Urbano IV en presencia de los reyes de Francia, Inglaterra y Aragón, mandándose ponerla en vigor en toda la Iglesia.