Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 19 de junio de 2025


Convaleció nuestro hombre, no sin que se temiese por su vida, y tan escarmentado quedó, que ni osó volver a poner sus ojos en aquella dama, ni a buscar a Cedacillo para tomar venganza del rapapelo que había sufrido.

Escarmentado el joven cautivo y acaso más cautivo aún de su propia cortesía y de la veneración y del afecto que le había inspirado la dama con sólo verla, se condujo durante los diez días que se siguieron con la corrección más cumplida, mostrando paciencia ejemplar para sufrir sin quejas su triste y enojoso cautiverio.

Pero este fantasma de amor no le valía ya con el Conde. Verdadero amor, aunque nacido de envidia y celos, no le valía tampoco. El Conde, escarmentado ya del amor falso, tomaba por falso el verdadero. Era indispensable que el amor mostrase su verdad y su realidad, sin que ofreciese la más pequeña duda. Elisa ansiaba robar a doña Beatriz el corazón del Conde, costase lo que costase.

Esto prueba tres cosas, que no deben mirarse con indiferencia: primero, que Quevedo no ha escarmentado; segundo, que está en inteligencias con mi hija; y tercero, que estuvo anoche en el cuarto de la reina.

No del todo. Veamos; ¿tiene V. algo que oponer á ese cálculo? Es cuestion de números; aquí no hay mas. Ya se ve; lo que es en el papel sale bien; la dificultad que yo tengo es que en la práctica suceda lo mismo. Cuenta V. con muchas partidas, de que no estoy bien seguro; estoy tan escarmentado.... ¿Pero duda V. de los datos que se nos han proporcionado? ¿Qué interes habrá habido en engañarnos?

Su exterior y sus palabras estaban en armonía con las de casi todos los jóvenes del día; díjome que era verdad que no tenía sino catorce años: pero que él conocía el mundo y el corazón humano, comme ma poche; que todas las mujeres eran iguales, que estaba muy escarmentado, y que a él no le engañaba nadie; que Voltaire era mucho hombre, y que con nada se había reído más que con el compère Mathieu, porque su papá, deseoso de su ilustración, le dejaba leer cuanto libro en sus manos caía.

La justicia no se descuidaba de buscarnos; rondábanos la puerta; pero con todo, de media noche abajo rondábamos disfrazados. Yo, que vi que duraba mucho este negocio, y más la fortuna en perseguirme no de escarmentado, que no soy tan cuerdo, sino de cansado, como obstinado pecador , determiné de pasarme a Indias a ver si mudando mundo y tierra mejoraría mi suerte.

Palabra del Dia

vorsado

Otros Mirando