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Actualizado: 10 de noviembre de 2025
Hoy pongo yo en vuestra alta comprehensión los trabajos de los Jesuitas, en la espiritual conquista de las desconocidas, incultas y bárbaras provincias del Paraguay, en el país que llaman de los Chiquitos.
Da principio el P. Joseph de Arce á la nueva Iglesia de los Chiquitos, vencidas muchas dificultades.
En medio de las inmensas y sombrías selvas que separan las vastas provincias de Chiquitos y de Moxos, y en un espacioso recinto, que se halla indicado en nuestros mejores mapas como desconocido, corre un rio tambien ignorado aunque navegable: este rio es el San-Miguel.
Por él fueron los quince Portugueses de Albuquerque, de que dió aviso á V. E. poco há el Gobernador de Chiquitos, protestando iban
Esta provincia tenia, lo mismo que la de Chiquitos, un superior subordinado al colegio de Cochabamba ó de Charcas, y cada una de sus misiones, dos religiosos, encargado el uno del gobierno espiritual, y el otro de la administracion y de los talleres.
En 1831, durante mi permanencia en Chiquitos, propusé al gobierno el entablar entre esta provincia y la de Moxos una permuta de sal por caballos; lo que tuvo á bien acordar desde luego.
El blanco, pues, que tienen estos Jesuitas en sus fatigas, es sólo convertir almas para Dios, y al mismo tiempo aumentar vasallos á nuestro gran Monarca, agregando nuevas provincias á su Corona, cumpliendo con la obligación de Jesuitas y de vasallos, en señal de la justa gratitud que debemos á este gran Príncipe que se ha dignado y digna tanto en favorecer á la Compañía, expendiendo al mismo tiempo su Real piedad muchos caudales, con que se ha fundado en tiempo de su reinado, mantenido y aumentado más y más aquella numerosa y nueva cristiandad de los Chiquitos.
Empero, léjos de gozar todos los indígenas de igualdad de privilegios, como sucedia en Chiquitos, estaban divididos en dos clases hereditarias; las familias, compuestas de artesanos de todo oficio; y los soldados, encargados de las faenas ordinarias; clase denominada el pueblo y considerada como inferior á la primera.
Por el contrario, si nos quedan Coimbra y Albuquerque, y nos poblamos allí, en el mismo dia que esto suceda tendremos abierta la comunicacion y comercio con los Chiquitos, Moxos y Santa Cruz: pues los barcos no tienen tropiezo, y el Gobernador de Chiquitos ha escrito a este, que no halla reparo en abrir camino hasta el rio, ni tampoco en conducirlo hasta los 20° de latitud.
Sus facciones son tambien algun tanto diferentes: en ámbos sexos se encuentran, una cabeza grande, una cara ancha, pero ménos llena que la de los Chiquitos, los juanetes de esta mas pronunciados, una frente escasa y ligeramente combada, una nariz corta, chata aunque poco ancha, y sus ventanas muy abiertas, una boca mediana, labios poco gruesos, ojos pequeños y horizontales, orejas chicas, cejas estrechas y arqueadas, cabellos negros, largos, nada finos y muy tiesos.
Palabra del Dia
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