Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 16 de octubre de 2025


Había dado el mismo nombre a otro de sus canes, pero ¡qué valía éste comparado con aquél, del que hablaban con asombro los guardas y era la pesadilla de los altos empleados de El Pardo!... Saltaba el Mosco a media noche las tapias, sin otro acompañamiento que Puesto en ama, y se escondía junto a los arroyos, en los remansos donde bebían los corzos. El que se aproximara podía darse por muerto.

La sequía continuaba; el monte quedó poco a poco desierto, pues los animales se concentraban en los hilos de agua que habían sido grandes arroyos. Los tres perros forzaban la distancia que los separaba del abrevadero de las bestias, con éxito mediano, pues siendo éste muy frecuentado a su vez por los yaguareteí, la caza menor tornábase desconfiada.

El sabe el vado oculto que tiene un río, más arriba o más abajo del paso ordinario, y esto en cien ríos o arroyos; él conoce en los ciénagos extensos un sendero por donde pueden ser atravesados sin inconveniente, y esto en cien ciénagos distintos.

De Buenos Aires para la puente del Rio de las Conchas, que dista seis y media leguas de la capital, caminé por el rumbo del O 22° 30' SO de la aguja, cuya variacion era de 17° 28'. Se forma este rio de varios arroyos, y entra en el de la Plata, á cuatro y media leguas: corre como NNE SSO.

Lo mismo que los grandes ríos, el Ródano, Danubio ó la corriente del Amazonas, el mar está compuesto por millones de arroyos que afluyen á sus tributarios.

Flora y Pales han prodigado sus tesoros en aquellos sitios. Arroyos de agua cristalina fecundan por donde quiera el suelo y dan grata frescura al ambiente, embalsamado por la esencia olorosa de una vegetación exuberante.

El sabio que interrumpe sus estudios profundos saliendo á solazarse un rato con la amenidad de la campiña, no se fatiga, ántes se distrae, cuando atiende al estado de las mieses, á las faenas de los labradores, al murmullo de los arroyos, ó al canto de las aves.

Dos arroyos de llanto y el anhelar de un pecho fueron la respuesta. Artegui subió a Lucía en vilo al diván y se sentó a su lado.

Aquí hallé los tres hombres que fueron al reconocimiento, los cuales de ningun modo pudieron transitar este terreno, lleno de fango pantanoso, arroyos y maleza; al anochecer volví á bordo. Amaneció lloviendo con el viento NO duro.

Algunos jirones de niebla se alzaban lentamente del fondo de los arroyos que lo surcaban, y allá, al Occidente, una gran cortina de montañas negras, en cuyas cimas aun blanqueaba la nieve, cerrábalo bruscamente arrojando sobre él un manto de sombra.

Palabra del Dia

mármor

Otros Mirando