Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 30 de junio de 2025


ACTO II. Todo este acto es un aquelarre pagano y clásico en contraposición con el aquelarre romántico y correspondiente al cristianismo, que se lee en la parte primera.

Y el pícaro Anticristo la miraba, echándose el fusilillo a la cara con infantil gracejo, y ¡zas!, disparaba un tiro que la dejaba muerta en el acto; acudían otros chicos, camaradas de Riquín, y entre risotadas y gritos la cogían y la arrastraban por las calles. Gran algazara y befa de la multitud, que decía: «¡La marquesa, la marquesa!».

Si estas substancias transitorias no fuesen nada mas que el acto mismo de la conciencia, resulta que cuando deja de existir este acto, nada resta de la substancia; y por tanto nada queda trasmisible.

16. ¿Cómo influyó esto en la historia del Ecuador? 17. ¿Cómo se llamaba esta región antes de la colonización? 18. ¿Qué indios la habitaban? 19. ¿A quiénes se parecían mucho? 20. ¿Quién fué nombrado gobernador de la nueva provincia? 21. ¿Cuál fué el primer acto de los españoles? 22. ¿Qué relación tenía el Ecuador con el virreinato del Perú y con el de la Nueva Granada?

La imaginacion acompaña siempre á la idea, mas no es la idea; y la prueba evidente é irrefragable de la distincion y diferencia de estas cosas, se halla en que si en el acto mismo de tener la imaginacion de un piélago de luz, de un anciano, de un rostro airado ó compasivo, de manantial, de extension etc. etc., se nos pregunta si Dios es algo de aquello, si tiene algo de parecido á nada de aquello, responderemos al instante que , que esto es imposible; lo que demuestra la existencia de una idea que nada tiene que ver con aquellas representaciones, y que esencialmente excluye lo que ellas incluyen.

Imaginan las gentes que el Amor y la Muerte son hermanos. Yo me inclino ya a creer que el Genio de la muerte es el amor mismo. Morir es el supremo acto de amor que puede hacer toda criatura. La que se rinde y entrega enamorada a otra criatura mortal como ella, da su vida y su ser, pero limitadamente, con egoísmo, con abnegación fugitiva, recobrándose pronto y casi sin perderse ni por un instante.

Usted no debe presentarse en la calle de San Cristófano, porque en el acto notarían su aparición. Déjeme todo el asunto a solo, signore. Voy a tomar una persona que me ayude, y espero que los dos podremos, antes de mucho tiempo, encontrar a este misterioso individuo y seguirle la pista.

Concedióselo la señora con ademán soberano, y acto continuo el poeta sacó del bolsillo interior de su levita un pliego de papel de barba que desdobló con mano temblorosa. No se oía en el gabinete una mosca. «A la esclarecida señora D.ª Fredesvinda BejaranoEra una oda en que se la ensalzaba hasta las nubes, presentándola como una protectora de las bellas artes, una nueva Cristina de Suecia.

Palabra del Dia

ros

Otros Mirando