Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 28 de junio de 2025
Si algunas veces habia yo suspirado viendo yacer en el abandono campos magníficos, miéntras que en Europa tantísimos infelices labradores perecen de miseria, cuánto mas agudo no debió ser mi sentimiento en presencia de aquellos lugares, los mas abundosos que yo habia encontrado hasta entónces, y en donde una naturaleza tan prodigiosa, y de un lujo de vegetacion extraordinario, parece estar pidiendo brazos que vengan á utilizarlos por medio del cultivo productor!
Pero aun esto mismo se olvida; todos los nombres, en fin, acaban por yacer en el olvido, «la muerte de la muerte», que dijo un poeta muy romántico y más triste que un sauce. Creo haber dejado establecida la importancia del bautismo, de ese santísimo sacramento nacido en las orillas del Jordan y adoptado con un éxito evidente por toda la humanidad a través de los siglos.
Y creía que su papel allí no era menos grave e importante que el del muerto. El estaba vivo y lleno de actividad, lo que no era menos interesante, misterioso y grave que estar muerto y yacer en el ataúd.
Y fue que él se imaginó haber llegado a un famoso castillo -que, como se ha dicho, castillos eran a su parecer todas las ventas donde alojaba-, y que la hija del ventero lo era del señor del castillo, la cual, vencida de su gentileza, se había enamorado dél y prometido que aquella noche, a furto de sus padres, vendría a yacer con él una buena pieza; y, teniendo toda esta quimera, que él se había fabricado, por firme y valedera, se comenzó a acuitar y a pensar en el peligroso trance en que su honestidad se había de ver, y propuso en su corazón de no cometer alevosía a su señora Dulcinea del Toboso, aunque la mesma reina Ginebra con su dama Quintañona se le pusiesen delante.
No nos toca tratar extensamente de la antigua música española, á pesar de yacer desconocidas casi todas sus obras en los archivos de las catedrales; pero ateniéndonos á la fama de muchos maestros, como Pérez, Salinas, Monteverde y Gómez, y al influjo que ejercieron en los demás países de Europa, y á juzgar por alguna que otra prueba de su talento musical, que se oye de vez en cuando en nuestros días, debemos deducir que en los siglos XVI y XVII hubo en España una escuela de música, que podía rivalizar con las italianas por su fecundidad y excelencia.
El Rey Sabio, que recomienda en sus Partidas que los barcos de las escuadras lleven yeso para cegar a los adversarios y jabón para hacerles resbalar, no se olvida tampoco de encarecerles que se provean también de cebollas, porque las cebollas dice él les librarán del «corrompimiento del yacer de la mar».
Palabra del Dia
Otros Mirando