Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 9 de junio de 2025


Una mañana, Caragòl fué en busca del capitán, que estaba escribiendo en su camarote. Venía de tierra, de hacer sus compras en el mercado. Al pasar por la rue de Siam, la vía más importante de Brest, donde están los cafés, los teatros y los cinemas, había tenido un encuentro. Un encuentro continuó con sonrisa misteriosa . ¿A que no adivina usted quién es?...

Pocos días después llegó á la casa de la avenida Víctor Hugo con un gesto de satisfacción que llenó de alegría á don Marcelo. ¿Ya está?... Ya está... Pasado mañana salimos. Desnoyers fué en la tarde siguiente al estudio de la rue de la Pompe. Mañana me voy. El pintor deseó acompañarle. ¿No podría ir también como secretario del senador?... Don Marcelo sonrió.

Los meditabundos y sublimes modistos de la rue de la Paix contaban con ella para lanzar en las grandes solemnidades de la vida parisién sus innovaciones de artista calenturiento.

Había llenado los blancos con sus nombres y cualidades, y al pie figuraban las firmas de dos habitantes de la rue de la Pompe: un tabernero y un amigo de la portera. El comisario de policía del distrito garantizaba con rúbrica y sello la responsabilidad de estos honorables testigos.

Los grupos extranjeros de París intentaban organizar cada uno su legión de voluntarios, y él proyectaba igualmente la suya: un batallón de españoles é hispanoamericanos, reservándose, naturalmente, la presidencia del comité organizador y luego la comandancia del cuerpo. Había lanzado anuncios en los periódicos: lugar de inscripción, el estudio de la rue de la Pompe.

El padre lo instaló cerca de su casa, en un estudio de la rue de la Pompe que había pertenecido á un pintor extranjero de cierta fama. El taller y sus anexos eran demasiado grandes para un aprendiz. Pero el maestro había muerto, y Desnoyers aprovechó la buena ocasión que le ofrecían los herederos, comprando en bloque muebles y cuadros.

Todo lector se veía rodeado de un grupo que le pedía noticias ó intentaba descifrar por encima de sus hombros los gruesos y sensacionales rótulos que encabezaban la hoja. En la rue des Mathurins, al otro lado del square, un corro de, trabajadores, bajo el toldo de una taberna, oía los comentarios de un amigo, que acompañaba sus palabras agitando el periódico con ademanes oratorios.

Palabra del Dia

irrascible

Otros Mirando