Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 5 de octubre de 2025
Los hombres de nuestro tiempo se parecen a esos niños que rompen sus juguetes para conocer el secreto de su construcción; roto el juguete, ¿qué queda de él?; un resorte de acero, un pedazo de vidrio, un cascabel; y, en cuanto al encanto, ha desaparecido. 21 de abril. ¡Renovarme! te decía el otro día; ¡ay! ¡si pudiese solamente distraerme... olvidar!
Lo primero, como que está sometido á observacion inmediata, pues que existe en nosotros mismos, es difícil, mas nó imposible de explicar; lo segundo, como que versa sobre el objeto de una idea sumamente abstracta y trascendental, y además necesita de raciocinios, cuyos hilos se rompen fácilmente sin que el razonador advierta la rotura, es tan difícil que raya en lo imposible.
Entre los caballeros que rompen o manchan lirios quisiera yo que tuviese éxito mi cuadro. ¡Quién pintara de veras, y no hiciera esos borrones míos! Pedro: borrón y todo, en cuanto me ponga mejor, voy a hacer una copia para usted. ¡Para mí! Juan, ¿por qué no es este el tiempo en que no era mal visto que los caballeros besasen la mano a las damas?
«La quiero tanto dijo sin mirar a su tía, y encontrando palabras relativamente fáciles para expresar sus sentimientos , la quiero tanto, que toda mi vida está en ella, y ni ley ni familia ni el mundo entero me pueden apartar de ella... Si me ponen en esta mano la muerte y en esta otra dejar de quererla y me obligan a escoger, preferiré mil veces morirme, matarme o que me maten... La quise desde el momento en que la vi, y no puedo dejar de quererla, sino dejando de vivir... de modo que es tontería oponerse a lo que tengo pensado, porque salto por encima de todo y si me ponen delante una pared la paso... ¿Ve usted cómo rompen los jinetes del Circo de Price los papeles que les ponen delante cuando saltan sobre los caballos?
Mientras va el inspector general abstraído en tan hondas meditaciones, corre el tren a toda marcha y el aspecto del paisaje cambia otra vez. Deja la vía férrea el valle del Aube, sube raudo una pendiente y atraviesa luego una llanura pedregosa en que crece raquítico el centeno y en que de vez en cuando rompen la monotonía de la línea recta pequeños grupos de árboles desmedrados.
Palabra del Dia
Otros Mirando