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Actualizado: 17 de julio de 2025
Madrid 28 de junio 1639. «La noche del Corpus que lo fué de San Juan no tuvieron los Reyes otro festejo que el de los Autos de la Villa ordinarios: representaronse quatro: dos de D. Pedro Calderón, uno de D. Antonio Coello y otro de D. Francisco de Rojas.»
Mas se le admiten en C.ta ducientas y Cinquenta y Cinco libras once Sueldos y ocho mrs. de núm. de las quinientas y Sesenta y vna libras del núm. 4. del Cargo por no estar recaudadas mas que trecientas y Cinco libras ocho Sueldos y quatro mrs. a Causa de que en el auto de transaccion que firmo el dho. Univ.d en la paga de dhos.
Mas sele cargan quinientas libras por el propio de veinte y vna libras y cinco sueldos de Censo al fuero de quatro libras y cinco sueldos por ciento que en 26 de Mayo haze dha. Mas se le cargan cien libras por el propio de quatro libras y diez sueldos de Censo, que en 20 de Septiembre haze dha.
Así, quando dexan sus cálculos para entrar en averiguaciones de diferente naturaleza, no se halla en ellos la misma claridad, precision, ni extension de entendimiento. Nosotros tenemos quatro Metafísicos célebres, Cartesio, Mallebranche, Leibnitz, y Lock. En el método de las Escuelas conviene distinguir lo que es el método, y lo que son los asuntos, que con él se manejan.
Que no tienen por gusto el ahogarse, Discreta gente al parecer en esto, Pero valioles poco el esforzarse. Que el padre de las aguas echó el resto De su rigor, mostrandose en su carro Con rostro airado y ademan funesto. Quatro delfines, cada qual bizarro, Con cuerdas hechas de tegidas obas Le tiraban con furia y con desgarro.
Respondíle que el Papa era un clérigo de mas de setenta años; que distaban sus estados mas de quatro mil leguas de los de su Sacra Magestad Tártaro-China; que su exército era de dos mil soldados que montaban la guardia con un para-aguas; que no destronaba á nadie, y que podia Su Magestad dormir sin miedo.
Entranse, y salen á poner un estrado con quatro almohadas para el REY, donde se sienta, y salen acompañandole quatro ó cinco moros, y tambien sale delante el chiquillo renegado JUANICO. De ira y de dolor hablar no puedo, Y es la ocasion de mi pesar insano El ver que Don Antonio de Toledo Ansi se me ha escapado de la mano.
Inútilmente alegó que las voluntades eran libres, y que no queria ni una cosa ni otra, fué forzoso que escogiese; y en virtud de la dádiva de Dios que llaman libertad, se resolvió á pasar treinta y seis veces baquetas, y sufrió dos tandas. Componíase el regimiento de dos mil hombres, lo qual hizo justamente quatro mil baquetazos que de la nuca al trasero le descubriéron músculos y nervios.
No son tan vanos los pavones, ni mas voluptuosas las palomas, ni ménos perezosos los galápagos; solo respiraba vanagloria y deleytes vanos. Probóse Zadig á corregirle, y le envió de parte del rey un maestro de música, con doce cantores y veinte y quatro violines, un mayordomo con seis cocineros y quatro gentiles-hombres, que no le dexaban nunca.
Se habian de correr quatro lanzas; y los que tuviesen la dicha de vencer á quatro caballeros, habian luego de pelear unos con otros: de suerte que el postrero por quien quedara el campo fuese proclamado vencedor del torneo.
Palabra del Dia
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