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Actualizado: 4 de junio de 2025


No se dice: Tal mujer no se casó porque no quiso. No. Se busca, se comenta y se considera que algo sobrehumano protegió una determinación que todos califican de extraordinaria.

Amrú, lejos de quemar la Biblioteca de Alejandría, protegió las artes, la industria y el comercio, é hizo que el Egipto volviese á florecer. Los papiros que describe el Catálogo dan repetidos testimonios de esta benéfica suavidad de la conquista musulmana.

Comenzó primero en el reinado de Felipe IV. Verdad es que este monarca ilustrado, no sólo realzó sobremanera el aparato escénico en su palacio de El Buen Retiro, introduciendo lujo y magnificencia nunca vistos, sino que estimuló y protegió el arte en general, concediendo á los poetas más eminentes medios de vivir con descanso entregados á sus tareas, ganando no poca gloria por los bienes que dispensó á la literatura dramática, y por fomentar sus patrióticos intereses.

La doctora es mi enemiga... Ella, que me protegió tanto en otro tiempo, me abandona como algo viejo que es necesario suprimir. Tengo la certidumbre de que me han condenado en lo alto... Se estremecía al recordar la cólera de la doctora cuando, á la vuelta de uno de sus viajes, se enteró de la muerte de su fiel Karl.

Mientras duró el noviazgo de Inés y Manolo, que así se llamaba el mozo, Cristeta compadecida de ellos, les protegió cuanto pudo, facilitando salidas a la muchacha, disculpándola si tardaba, y hasta espumando el puchero cuando la enamorada se entretenía un rato en la esquina inmediata.

Doña Luz, como quien oye un nombre que por vez primera suena en sus oídos, se encogió de hombros y se calló. D. Gregorio siguió hablando: Mucho debemos mi esposa y yo a esta señora. Ella nos casó, ella nos protegió, y ella nos dio los medios conducentes para llegar al punto de bienestar y prosperidad a que hemos llegado. Dios se lo pague y se lo aumente de gloria.

Uní las sábanas de la cama con un fuerte nudo, las até a la baranda de la ventana y traté de bajar al suelo. La vehemencia del deseo me prestó una fuerza sobrenatural, y mi ángel bueno me protegió sin duda, porque las sábanas eran demasiado cortas y caí de una gran altura, sin herirme, sin embargo. Después, deslizándome a lo largo de las paredes, corrí hasta el puente.

Son unos antiguos amigos dijo doña Manuela a «la magistrada» . Buenas gentes, pero ordinarias. Nos están agradecidos: a él le protegió mucho mi primer marido. Cuando la familia dio por terminada su visita, doña Manuela y las niñas fueron hasta el rellano de la escalera, para cambiar allí los últimos besos. Crea que me dan un disgusto no quedándose a comer.

Palabra del Dia

lanterna

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