Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 29 de julio de 2025
De aquí el odio a Gabriela; de aquí que murmurase de su hermosura; de aquí el que afeara todo en la señorita Fernández. Sí; contestó vivamente Teresa ya sé que en Ricardo tiene usted un rival.... La maldiciente polluela estaba enamorada de amigo; le quería, a su manera, le amaba como loca, y no podía olvidarle.
Los naturalistas le colocarán siempre en muy elevado lugar al escribir los anales de su ciencia; y los filósofos, al redactar la historia de la suya, no pueden ni deben olvidarle. Goethe siguió con honda penetración y con vivo interés el gran movimiento filosófico, que se verificó en Alemania durante su vida.
Y cuando hubiera podido amar a ese muchacho, cuando se hubiera sentido orgulloso de confesarlo por hijo suyo, veíase condenado a olvidarle, a comprimir en lo más secreto de su corazón los fuertes impulsos de su ternura. Lo mejor que podía hacer en favor de este hijo suyo era marcharse y no verle nunca más... Había de ahogar en germen ese amor que hubiera sido para él un verdadero consuelo.
Muchas veces, Gabriel se sorprendía viéndose a cuatro patas en medio del calabozo, gruñendo y ladrando frente a la puerta sin saber por qué. Sus atormentadores parecieron olvidarle. Tenían otros presos a los que acudir. Los carceleros le dieron agua, y pasó meses enteros sin que nadie entrase en su calabozo.
Palabra del Dia
Otros Mirando