United States or Norway ? Vote for the TOP Country of the Week !


LORENZA. Procuro aprender la técnica. LAFRIPE. ¡Está buena la técnica de Joaquín...! Váyase usted a su casa; pinte tres manzanas en una compotera, o el carrete de su portera. Trabaje desde la mañana a la noche; dibuje y malgaste el color; pero hágalo, sobre todo, sin maestro. Entréguese usted en cuerpo y alma a su labor; reviente de exaltación, de duda, de despecho, y no pida consejos a nadie.

LAFRIPE. ¡Maldita sea...! ¡Buena la he hecho! ¡Me va a echar una bronca...! LORENZA. ¿Qué desea usted decirle? Voy a verlo dentro de un rato. LAFRIPE. Yo soy quien le pone sus esbozos en cuadrícula. ¡Hay que vivir...! Me había citado aquí; pero me he entretenido jugando a la malilla... ¡Hola, Cornu...! LORENZA. ¡Si puedo servirle en algo...!

LAFRIPE. ¡Es usted muy atenta, señorita...! Acepto su ofrecimiento; le dirá usted que estuve a ver a una vieja parienta enferma y que me retrasé por eso. El no creerá una sola palabra; pero, por tratarse de usted, aparentará creerla... LORENZA. ¿Piensa usted que tengo tanto crédito para con él...? LAFRIPE. ¡Claro...! Usted es su discípula predilecta. LAFRIPE. En serio.

JOAQUÍN. Me siento atraído hacia usted por una simpatía de artista. Quiero revelárselo a usted misma. Echa a andar, coge su sombrero y se retira, siempre digno y solemne. El trabajo prosigue. De súbito entra Lafripe, una especie de bohemio sin edad, hirsuto, canoso y con la ropa llena de manchas. LAFRIPE. ¡Ustedes dispensen, señoritas! Acaba de marcharse, caballero.

Se nota todavía en él cierta inexperiencia, pero no carece de solidez... Además, es de «pintor». Tiene usted buenas cualidades... ¡Qué lástima...! LORENZA. ¿Por qué «¡qué lástima...!»? LAFRIPE. Porque lo perderá todo. ¿Es usted robusta y violenta?