United States or Lesotho ? Vote for the TOP Country of the Week !


Esta ceguedad le hace adoptar todas las responsabilidades de tan inconsiderado cariño: de paso que defiende que no hay vinos como los españoles, en lo cual bien puede tener razón, defiende que no hay educación como la española, en lo cual bien pudiera no tenerla; á trueque de defender que el cielo de Madrid es purísimo, defenderá que nuestras manolas son las más encantadoras de todas las mujeres; es un hombre, en fin, que vive de exclusivas, á quien le sucede poco más ó menos lo que á una parienta mía, que se muere por las jorobas, sólo porque tuvo un querido que llevaba una excrescencia bastante visible sobre entrambos omóplatos.

No con torpe é inconsiderado miedo desvanezcais lo que tanta fatiga ha costado, i no deis ocasion á que duden los enemigos si fuimos nosotros aquellos muslimes, famosos en la tierra por su singular esfuerzo i constancia en las batallas, i á quienes tanta valerosa nacion ha inclinado la cerviz para sufrir las cadenas que les pongamos

¿Se marcha usted? me dijo . Ya, una persona discreta no puede soportar las bachillerías y antojos de este inconsiderado niño. Señora repuse D. Diego es un niño obediente y hará lo que su madre le mande. Beso a usted los pies. Quiso D. Diego salir conmigo; pero la condesa le detuvo, diciendo con enojo: Caballerito, tenemos que hablar. Yo anhelaba respirar fuera de aquella casa.

Se cree, por solo, capaz de animar otro universo, mientras que marcha, ¡ay! en medio de un mundo muerto y prodiga inútilmente sus jornadas fugitivas y su amor inconsiderado.

Esta ceguedad le hace adoptar todas las responsabilidades de tan inconsiderado cariño; de paso que defiende que no hay vinos como los españoles, en lo cual bien puede tener razón, defiende que no hay educación como la española, en lo cual bien pudiera no tenerla; a trueque de defender que el cielo de Madrid es purísimo, defenderá que nuestras manolas son las más encantadoras de todas las mujeres; es un hombre, en fin, que vive de exclusivas, a quien sucede poco más o menos lo que a una parienta mía, que se muere por las jorobas, sólo porque tuvo un querido que llevaba una excrecencia bastante visible sobre entrambos omoplatos.

En la mujer, Lucía, como que es la hermosura mayor que se conoce, creemos los poetas hallar como un perfume natural todas las excelencias del espíritu; por eso los poetas se apegan con tal ardor a las mujeres a quienes aman, sobre todo a la primera a quien quieren de veras, que no es casi nunca la primera a quien han creído querer, por eso cuando creen que algún acto pueril o inconsiderado las desfigura, o imaginan ellos alguna frivolidad o impureza, se ponen fuera de , y sienten unos dolores mortales, y tratan a su amante con la indignación con que se trata a los ladrones y a los traidores, porque como en su mente las hicieran depositarias de todas las grandezas y claridades que apetecen, cuando creen ver que no las tienen, les parece que han estado usurpándoles y engañándoles con maldad refinada, y creen que se derrumban como un monte roto, por la tierra, y mueren aunque sigan viviendo, abrazados a las hojas caídas de su rosa blanca.