Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 3 de junio de 2025


Quizás no demos todo el fruto conveniente; pero flores ya hay; y viéndolas y admirándolas, aunque el fruto no responda a nuestras esperanzas, obligados nos sentimos todos a conservar y cuidar el árbol». B. Pérez Galdós Madrid, enero de 1901. Tomo I La heroica ciudad dormía la siesta. El viento Sur, caliente y perezoso, empujaba las nubes blanquecinas que se rasgaban al correr hacia el Norte.

Si exceptuamos a D. Benito Pérez Galdós y a otro par de autores a lo más, apenas los hay hoy en España verdaderamente populares y cuyos libros se compren y se lean. Con fatigas tendríamos que andar hoy para completar el número de los cuatro o cinco autores de que habla el Sr. Cuervo y cuya lectura trae gusto o provecho a los americanos. Ni siquiera en España caemos en gracia.

Plantea, pues, lo que llaman ahora conflicto o problema religioso, y le plantea por medio de una fábula, que no deja de guardar cierta analogía lejana con la de Sibila, de Octavio Feuillet, y la de Gloria, de Galdós. Es un libro sin unción y sin nervio.

Otro es el ilustre novelista D. Benito Pérez Galdós, embebido noche y día en un intenso trabajo literario, aprovechando todos los momentos de la existencia para preparar y escribir sus obras inmortales. Abandonemos, pues, para siempre el romanticismo bohemio, plaga de nuestra literatura, que degrada al escritor y lo pone a merced de los intrigantes políticos y de los especuladores avaros.

Al contrario, he dicho que tal vez serán tan buenas y tan excelentes, que cuanto escribimos, la misma doña Emilia, Pereda, Galdós, Jacinto Octavio Picón, Armando Palacio Valdés y otros varios, sin que yo me excluya, serán obrillas insubstanciales, epidérmicas y absolutamente desprovistas de enseñanza y de trascendencia.

Escribiendo y publicando no se va a ninguna parte. Para que un literato alcance respetabilidad y obtenga la admiración de la gente, es condición ineludible que no escriba poco ni mucho. Entonces el mosquito clásico se dedica a despellejar a Echegaray, a Castelar, a Pérez Galdós, y en general a los escritores que son leídos y aplaudidos.

Palabra del Dia

rigoleto

Otros Mirando