Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 14 de mayo de 2025


Me habían vestido de nuevo aquel día, y mi tía, que participaba de la alegría general y gozaba por consiguiente de un buen humor excepcional, me había trazado un programa deslumbrador, cuya primera parte consistía en que yo no ocupara un sitio en los balcones, porque no había lugar, en cambio de ir al Bajo a ver las tropas con Alejandro y por la noche al teatro con mi tío. Yo bailaba de júbilo.

El, por su parte, para contrarrestar el ridículo, que a causa de ellos pudiera tocarle, dióse con más descaro aún a la disipación. Extrajo mujeres de las últimas clases sociales y las convirtió en señoras, rodeándolas de un lujo deslumbrador.

¡Eh! vaya usted al diablo contestó mi tío Ramón; no estoy para ser objeto de sus bromas, y se levantó violentamente de la mesa. Se daba Semiramis aquella noche, y Colón estaba de gala; los palcos, ocupados por las más lindas y conocidas mujeres de la gran sociedad, presentaban un aspecto deslumbrador.

Díjole también el encuentro de Jesús con la calavera, leyenda antigua, con olor de osamenta y color de otro mundo, importuna como la muerte. «El recontamiento de la doncella Carcayona» era a la vez deslumbrador y pavoroso.

¡Pasion desdichada! ¡Cuántas mujeres se arruinan buscando fealdad en el ridículo, mientras que el cielo las da gratis la belleza de la sencillez! ¡Yo siento esta evidencia en medio de este foco deslumbrador, y bendigo al genio providente que hace del tiempo un vaso indestructible, en donde deposita la emanacion divina de su verdad! Salimos del teatro á las doce y media.

Cuando se gira en un espacio grande, todas las distancias parecen pequeñas; acaso mi cálculo se equivoca; pero comparada la idea que tengo del teatro Real de Madrid, con la impresion que este coliseo produce en mi ánimo, el teatro Real se me ofrece más rico, más animado, más hermoso, más deslumbrador: me deja más el gusto de lo que debe ser un teatro.

Bajo el Directorio, el gobierno habitó el palacio de Luxemburgo, y á las tinieblas de la cárcel sucede el brillo de un alcázar deslumbrador, en donde Barrás, el aristócrata republicano Barrás, hizo alarde de todo el fausto y de todas las dilapidaciones de la regencia. Entonces el palacio de María de Médicis, tomó el nombre de Palacio Directorial.

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando