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Actualizado: 25 de julio de 2025


La fuente de la riqueza es el trabajo: fuera de él se busca en Paris y se adquiere con los auxiliares que se ofrecen, ora la prostitucion ora el vicio. Los hombres, las mujeres, corren desatentados en confuso torbellino en busca del dinero, y un vértigo les empuja, una sed hidrópica de oro los consume.

Pero, al fin y al cabo, gozaba de veras el pobre hombre, era dichoso por completo; y tan absorto le traían las preocupaciones del oficio y los deberes y solaces de su vida doméstica y social, que hasta había perdido enteramente aquel su hidalgo aborrecimiento a las deudas y a la usura, y ni siquiera reparaba cómo este mal demonio de los ricos desatentados le iba hincando las unas en lo más vivo, en lo más hondo, en el mismo corazón de la «olla grande».

Podria escribirse una obra de los talentos comparados, manifestando las profundas diferencias que median aun entre los mas extraordinarios. Pero la experiencia de cada dia nos manifesta esta verdad de una manera palpable. Hombres oimos que discurren y obran sobre una materia con acierto admirable; al paso que en otra se muestran muy vulgares, y hasta torpes y desatentados.

Le han llevado allá en unas parihuelas, y aquello se ha vuelto una Babilonia. Parece el día del juicio. Todos andan desatentados, como rebaño en que entra el lobo. El único que está cariparejo es el que dio el batacazo. Y un real mozo que es, por más señas. Allí andaban todos aturrullados sin saber qué hacer.

Una vez apoderados ellos del cetro, veréis lo que tarda nuestra generación, entonces caduca é impotente, en llamarlos dementes y desatentados; casi tan poco como en que ellos nos miren con lástima, y, alumbrados por el sol de la electricidad, se rían á nuestras encanecidas barbas de los resoplidos del vapor de nuestras locomotoras. Y esto ¿qué significa?

Dorotea hizo aún un nuevo esfuerzo, aún tuvo una sonrisa para don Juan; luego lanzó algunos gritos agudos, horribles; se retorció de una manera violenta, hasta el punto de desasirse de los brazos de don Juan; dió dos pasos desatentados, y cayó desplomada. Don Juan corrió á ella, la volvió, miró su semblante y dió un grito de horror.

Palabra del Dia

godella

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